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Ochoa Reza deja en la CFE desafíos electrizantes...

La empresa eléctrica debe ejecutar sus modificaciones pensionarias, concluir la fragmentación corporativa, avanzar en la sustitución de combustibles y terminar su plan de gasoductos.

Con el propósito de buscar la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza dejó el viernes la Dirección General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tras dos años y cinco meses de haber encabezado esta empresa estatal, que sufrió uno de sus mayores cambios en la historia con la reforma energética, con lo que deja pendientes en las modificaciones pensionarias, la escisión de la empresa y retos operativos que serán heredados por la nueva administración.

En mayo pasado, la dirección de la empresa y el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) negociaron un nuevo esquema pensionario para trabajadores de nuevo ingreso, buscando una reducción de 25.2% en el pasivo laboral acumulado de la empresa.

Con el acuerdo se incrementó en 10 años de servicio el periodo para la jubilación para trabajadores que ingresaron después de agosto del 2008. El ahorro esperado por este concepto asciende a 160,000 millones de pesos. Hasta el cierre del primer trimestre de este año, el renglón de pasivo de largo plazo por beneficios a empleados ascendió a 634,000 millones de pesos, con un incremento de 38,097 millones de pesos, o 6.3% en un año. La implementación de este esquema y sus resultados quedan pendientes para la nueva dirección de la empresa.

Además, si bien Consejo de Administración de la estatal aprobó ya la integración de los Consejos de Administración de sus nuevas seis empresas productivas subsidiarias de generación, además del de la filial de Suministro Calificado, junto con la autorización de la designación de los consejeros independientes que integrarán estos Consejos, de cuyos nombramientos depende el arranque legal operaciones de estas empresas, y los cuales no se han realizado todavía.

Así, las nuevas Empresas Subsidiarias de Generación de la CFE tendrán hasta el 31 de diciembre del 2016 para iniciar su operación de manera independiente, con una nueva dirección general de la CFE.

Pendiente queda el segundo ajuste a las tarifas eléctricas planeado para agosto, en el que se harían ajustes con base en un precio más alto de los hidrocarburos; sin embargo, en retrospectiva las bajas en las tarifas eléctricas industriales van de entre 19 y 30% frente a diciembre del 2014 y de entre 4 y 16% en el último año y medio.

Otro pendiente es la sustitución de 90% del combustóleo que usaba la empresa en el 2012 y organizacionalmente la nueva integración de los consejos de administración de las empresas subsidiarias y filiales.

En relación con el acceso a gas natural se busca mejorarlo a través de nuevos ductos. El Sistema Nacional de Gasoductos del 2012 no era un sistema porque no estaba interconectado y no tenía elementos de redundancia, no era nacional porque cerca de la mitad de los estados no tenían acceso a gas natural, por lo que va a generar energía eléctrica cara y contaminante con combustóleo o diésel.

La CFE licitó ya 22 gasoductos y 19 están en proceso de construcción o ya están construidos y están en distintos espacios.

Como encargado del despacho de la dirección general de la empresa quedó Jaime Hernández, hasta entonces director de Finanzas estatal, dijo el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, en su cuenta de Twitter. El titular de Energía aseguró que, en los próximos días, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, nombrará al nuevo director general de la estatal eléctrica.

Logros de la CFE:

  • Diseño y avance del programa de inversiones para constituir el Sistema Nacional de Gasoductos, que llevará gas natural a nuevas regiones del país y contará con interconexiones y redundancias.
  • Reducción de tarifas eléctricas durante 18 meses consecutivos; pese al incremento de julio, los precios permanecen más bajos que en algunas regiones de Estados Unidos.
  • Renegociación del sistema pensionario de los trabajadores de la CFE, que pondrá fin al viejo esquema de reparto para habilitar uno de ahorro individual para las nuevas generaciones.
  • Realización, en conjunto con el Cenace, de la primera subasta de energía eléctrica de largo plazo, que le permitirá adquirir energía a precios competitivos para satisfacer el incremento pronosticado en la demanda eléctrica.

Los retos que hereda:

  • Reducción de las pérdidas de la empresa, que el año pasado tocaron un máximo histórico y eventual vuelta a un balance financiero positivo, que no se observa desde el 2010.
  • Ejecución del nuevo plan pensionario de la estatal, con el propósito de ahorrar hasta 160,000 millones de pesos en el rubro de gastos laborales
  • Conclusión del programa de inversiones para la conformación de un Sistema Nacional de Gasoductos.
  • Concreción del plan de fragmentación corporativa que convertirá a la CFE en 16 nuevas empresas separadas vertical y horizontalmente.
  • La sustitución del 90% del combustóleo que se usaba la empresa en el 2012 por gas natural para asegurar una operación más limpia y económica.

La estatal eléctrica, con su peor balance financiero en la historia

La situación financiera de la empresa productiva eléctrica del Estado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), atraviesa por una de las peores etapas de su historia: una pérdida anual de más de 93,912 millones de pesos que son 31% de su presupuesto , números rojos en el balance neto desde hace cinco años, y un pasivo total de más de 1.16 billones de pesos, dificultades que la nueva administración de la empresa deberá asumir en plena implementación de la reforma energética y la entrada de la competencia en el sector eléctrico nacional.

El 2010 fue el último año en que la CFE registró un balance financiero neto positivo, de 809 millones de pesos, y a partir de entonces las pérdidas se incrementaron desde 17,168 millones en EL 2011 hasta el récord de 93,912 millones al cierre del año pasado.

La CFE atribuye esta complicada situación a menores ingresos, pérdidas cambiarias y mayores costos financieros. Los ingresos de la empresa cayeron 7.9% de un año a otro, llegando a 306,864 millones de pesos el año pasado, derivado de la disminución de tarifas eléctricas, que en el sector industrial disminuyeron hasta 35% de un año a otro, mientras que en el sector comercial cayeron 22% y en el sector doméstico de alto consumo bajo 9.4%, en tanto que en el sector doméstico de bajo consumo no tuvo el aumento de 4% que experimentaba cada año desde el 2006.

Las pérdidas para la empresa se dan a pesar de que, de acuerdo con la subsecretaría de Electricidad de la Secretaría de Energía, el subsidio gubernamental para contener las tarifas fue de 100,000 millones de pesos, monto que desciende a 30,000 millones en el 2016.

Ante esta situación, después de 18 meses de reducciones en las tarifas eléctricas, un leve incremento en el precio spot del gas natural y el combustóleo que la estatal usa para generación termoeléctrica volvió insostenible mantener reducciones tarifarias para usuarios y finalmente hubo un incremento de entre 4 y 6% en los sectores industrial, comercial y doméstico de alto consumo.

empresas@eleconomista.com.mx

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