Pasivo laboral y asociaciones, los retos de Pemex

Mario Beauregard tiene claro cuáles son los principales retos financieros de Pemex: reestructurar el pasivo laboral y lograr que la empresa del Estado tenga un crecimiento sustancial no sólo por la vía de la inversión propia, sino también a través de asociaciones con la Iniciativa Privada.

En ambos casos se trata de cambios radicales, reconoce el director de Finanzas (CFO, por sus siglas en inglés) de la petrolera. El pasivo laboral está en negociaciones con el sindicato petrolero y junto con Pemex se tiene una oferta inmejorable del Congreso de la Unión: convertir en capital cada peso que se pueda ahorrar en los pasivos laborales, y la fecha límite para llegar a esta negociación es el próximo 11 de agosto. En términos generales, se trata de un planteamiento muy parecido al que se tuvo en instituciones como el IMSS. Hemos aprendido que es clave la comunicación (...) estamos en algo que va más allá de lo financiero. Es un cambio en la cultura laboral , destaca.

Las asociaciones pondrán fin a una era donde la inversión propia era casi el único camino. Las alianzas con el sector privado se volvieron imprescindibles luego del recorte de 62,000 millones de pesos. Honestamente, creo que en este aspecto, la restricción presupuestal puede ser un detonador de buenas prácticas , dice el funcionario, que pasó una buena parte de su vida laboral en el Banco de México, antes de participar en otras dependencias del gobierno federal, entre ellas Banobras.

Petróleos Mexicanos deberá seleccionar entre un abanico de opciones, explica Beauregard. No puede hacer una importante aportación de capital de manera directa, pero sí puede poner los bienes de los que ya dispone como parte de nuevos proyectos que servirán para buscar nuevos socios y crecer de manera conjunta con los empresarios .

Añade: Estamos hablando de crecer no solamente en exploración y producción, sino en otras actividades en las que Pemex tiene experiencia y su capacidad puede ser aprovechada, como es la refinación o la distribución de combustibles .

Pemex buscará asociarse con empresas privadas no sólo en los plays de aguas profundas, en exploración y producción petrolera, sino en las otras actividades de la cadena como son refinación, petroquímica, además de todo el tema de distribución y comercialización de petrolíferos.

Estamos en negociación con varias empresas en todos los aspectos de la cadena. No podemos revelar los nombres , dice Beauregard, quien reconoce que para dar viabilidad a estas alianzas, Pemex debe tener un marco propio de asociaciones, del que ahora carece. Lo que más queremos es usar nuevos esquemas en los que la inversión privada puede hacer mucho más que Pemex solo , dijo.

Un punto importante en la producción de petróleo son las asociaciones en aguas someras y profundas, los famosos farm outs que en este momento son parte de la Ronda Uno de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, pero no es suficiente limitarse a esta actividad, hay muchas otras donde el interés de la empresa es crecer con dinero privado.

Los nuevos esquemas de regulación, en un contexto de recorte presupuestal, donde se han tenido que dejar de lado proyectos donde el dinero sólo fluye desde un lado, lo que abren es una oportunidad para hacer asociaciones exitosas en las que Pemex debe de aprender a convivir con otros socios aunque, reconoce, es un gran reto estructurar decenas de asociaciones en un corto plazo, aprender a ser buen socio y vigilar la buena marcha de estas asociaciones. He ahí uno de los mayores retos para el equipo directivo y operativo de Pemex.

Pasivo Laboral

Uno de los efectos más graves que se tienen en el tema del abultado pasivo laboral de la empresa -que puede ser el equivalente a 6% del PIB- es la pérdida patrimonial de Pemex en un contexto de caída en la producción de petróleo y es en donde se tienen que buscar salidas de largo aliento, refiere el funcionario.

Mario Beauregard explica lo que sucederá: primero, en la negociación con el sindicato se busca un entendimiento del cambio de paradigma laboral, pues la esperanza de vida ha cambiado y se necesita que los criterios de jubilación se modifiquen de manera importante.

Antes, en los 40, la expectativa de vida era otra y por eso la edad de jubilación era de 55 años, ahora es de 77 años, por eso el criterio debe ser diferente, indica.

Lo que se necesita es migrar a un régimen de pensiones moderno, compatible con el régimen de ahorro para el retiro que ya existe en México, que incluya la portabilidad de las cuentas de retiro en caso de que un empleado cambie de trabajo. La idea es utilizar el actual sistema de afores y no que Pemex haga su propio fondo de retiro, explica.

Quien entra hoy a Pemex deja de cotizar en los sistemas de pensiones que hay, si no están laborando por mucho tiempo son años que pierden y lo importante es que con las afores puedan hacer sus propios ahorros.

Lo que se desea hacer, dijo, es convencer a los petroleros de que migren del sistema actual al de afores. Obviamente a quienes ya están pensionados o cumplen con los parámetros para jubilarse se les respetarán sus derechos laborales. Quien al día de la entrada en vigor del nuevo régimen no cumpla con dichos parámetros, tendrá la opción de migrar al nuevo régimen de pensiones. Finalmente, las nuevas generaciones entrarán automáticamente al régimen de contribución de cuentas individuales.

Los que están de manera intermedia podrían entrar al esquema de afores y si se van de Pemex seguirán cotizando de manera normal, contrario a lo que sucede ahora, pues se van sin tener ese ahorro, añadió.

El ajuste al gasto corriente en servicios de personal también es una medida en la que se trabaja para incrementar la productividad laboral. Las plazas definitivas y temporales que se dejen por jubilaciones se cancelarán, es decir, no se van a recontratar. Se busca además una mayor eficiencia en el uso de las horas extra, por ejemplo, o las prejubilaciones.

Petroleras evaluarán nuevas estrategias: experto

Investigación y desarrollo: ?nuevas prioridades

La caída en los precios del petróleo provocó que las empresas del sector llevaran a cabo fuertes ajustes en sus proyectos de inversión, en gran medida empujados por la expectativa de corto plazo. La decisión buscó la seguridad sobre los resultados futuros pero las empresas van a usar los recursos obtenidos en investigación para el futuro próximo.

Al respecto, Marcos Pineda, especialista en negocios del sector petrolero, explicó en entrevista que las empresas no se van a retirar de los proyectos petroleros que hoy son considerados caros, como son los de aguas profundas en el Golfo de México, África o Brasil, incluso en el Mar del Norte o el shale gas y el shale oil, pero lo que harán sin duda alguna es repensar en el mediano y largo plazo lo que se debe de hacer en cada zona.

Mantenerse en una banda de 50 a 60 dólares por barril no es un mal precio en general. Históricamente se tuvo un periodo de precios muy alto arriba de los 100 dólares, y la economía se pudo ajustar, pero aún con estos niveles de precios las petroleras hacen negocios redituables. Los que tienen problemas en realidad son los gobiernos que dependen de estos ingresos petroleros, de la diferencia entre el costo de producción y el precio de venta puesto por el mercado , dijo.

En el caso de México, con precios por arriba de los 30 dólares, en general, los proyectos que ya están caminando son rentables, pero no es el caso del shale gas y el shale oil, que tienen costos de producción de hasta 60 dólares por barril, con pozos cuya perforación en algunos lugares cuesta 10 millones de dólares y en otros 7, añadió.

Este periodo de ajuste lo van a usar las petroleras para reordenar sus crecimientos, para definir sus prioridades, para investigación y desarrollo. Buscar las nuevas maneras de explotar y crecer, de mejorar los esquemas de producción y abaratar, por ejemplo, la producción de shale , agregó. (Luis Carriles)

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