Lectura 2:00 min
Porcicultores demandan esquemas para importaciones
Productores de carne de cerdo proponen a legisladores esquemas normativos que permitan la competencia equitativa con las importaciones que, durante 2012, fueron superiores a 850,000 toneladas y que generaron gastos al país por 1,250 millones de dólares.
Ante la crisis por la que atraviesa la porcicultura mexicana y que ha provocado el retroceso de la producción nacional --en un nivel de estancamiento promedio de un millón 200,000 toneladas frente a la demanda de 2 millones-- productores de carne de esta especie propusieron a legisladores esquemas normativos que permitan la competencia equitativa con las importaciones que, durante 2012, fueron superiores a 850,000 toneladas y que generaron gastos al país por 1,250 millones de dólares.
Durante una reunión de trabajo en la Cámara de Diputados con legisladores de la Comisión de Ganadería, se acordó trabajar en el diseño de normas de calidad y sanidad, actualmente inexistentes, lo cual favorece la importación de productos de baja calidad y sin inspección sanitaria a precios de dumping (por debajo de sus costos) y considerados como desechos en su país de origen, Estados Unidos, y su competencia desventajosa para la producción nacional.
Las importaciones actualmente en México, han sustituido en un 42% el consumo nacional de carne de cerdo, señaló el presidente de la Confederación de Porcicultores Mexicanos, José Luis Caram Inclán, ante diputados federales encabezados por el presidente de la Comisión de Ganadería, Salvador Barajas del Toro.
Las importaciones totales de carne de cerdo, a diciembre de 2012, ascendieron a 516,000 toneladas. Si consideramos como punto de referencia el mes de enero de 2011, ingresaron a México 41,000 toneladas, este volumen se incrementó en el mismo mes de 2012, a 48,000 y en enero del 2013, a 51,000 toneladas.
Ante este panorama, los porcicultores solicitaron a las instituciones del gobierno federal y a legisladores, apoyarlos para que el comercio de carne de cerdo sea de ida y vuelta .
Si a los norteamericanos les gusta el tocino y el lomo, se los mandamos y que ellos nos sigan vendiendo piernas y paletas.
Eso es lo que queremos los porcicultores mexicanos , expresó el doctor Caram y apuntó que las instituciones gubernamentales nos autoricen; nos certifiquen nuestras plantas; que el gobierno de Estados Unidos certifique a México de libre de la Fiebre Porcina Clásica; que nos den los medios necesarios para poder mandar el lomo y el tocino y entonces transitemos por terrenos parejos y podamos competir con los vecinos del norte en una relación de intercambio justa y en beneficio para ambas partes.
