Productividad, la gran ausente en el discurso público: Accenture

Aun cuando la mayoría de las iniciativas y esfuerzos de política pública debieran tener como trasfondo dotar a un país de las capacidades para producir más y mejor, es decir, elevar su productividad, este último término escasea en el discurso público y carece de fuerza como un eje articulador de políticas, aseguró Luiz Ferezin, director general de Accenture México.

Si uno analiza los principales indicadores de crecimiento y de bienestar de los países desarrollados y de aquellos emergentes que están despegando, hay una correlación directa con el crecimiento de la productividad; no obstante, rara vez se habla de ésta en México como un propósito central de las políticas , asestó Ferezin, entrevistado por El Economista previo a su participación en la IX Cumbre de Negocios que se desarrolla en Querétaro.

Por ello es preocupante -dijo- observar el pobre desempeño que ha tenido nuestro país en esta asignatura, pues entre 1991 y 1997 la productividad en México (producto por hora hombre trabajada) decreció anualmente 1.6% y entre 1998 y el 2010 apenas ha crecido 0.82% en promedio cada año.

Dichas cifras tienen a México en los últimos lugares en crecimiento acumulado de productividad del 2000 al 2010 dentro de la OCDE,­ pues con un aumento de 10% queda muy por debajo de competidores como Eslovaquia, Rusia, Corea y Turquía, que crecieron más de 45 por ciento.

Conciencia colectiva

Pero más allá de lo preocupante que es que por cada hora de trabajo de un mexicano, un estadounidense produce tres veces más, un español 2.4 veces y un turco 1.3 veces más, para Luiz Ferezin las políticas y generalmente en el consciente colectivo no es la búsqueda de la productividad un objetivo explícito.

Yo creo que es un tema de conciencia, si logramos la sensación de que todo lo que tengamos que hacer en el sector público o en el privado tiene un objetivo de productividad, creo que esto es un paraguas relevante para decir, México es productivo , indicó el ejecutivo de la consultora.

Y es que, lamentó, la marca México en el mundo está todavía un poco confusa, por lo que debe conectarse más con algunos valores y atributos que indudablemente deben estar asociados con la productividad en sectores determinados, de modo que haya una identificación inmediata cuando se piense en nuestro país.

Las iniciativas tienen que seleccionarse en tanto generen mayor productividad con relación a otros países. Pueden hacerse reformas, pero si al final seguimos por debajo de Chile, Turquía, etcétera, al final no fue suficiente , finalizó.

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