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Rappi, Netflix y Uber, los gastos en línea cotidianos en México
En el futuro, en un plazo de cinco años, los compradores digitales en México quieren pagar sus servicios (agua, electricidad y telefonía celular), la educación y el combustible a través de internet de forma cotidiana.
Las personas que realizan pagos en línea de forma cotidiana en México suelen hacerlo en servicios de entrega de comida a domicilio, como Rappi, UberEats y Didi Food; en plataformas de streaming, como Netflix, Disney+ y HBO Max y en aplicaciones de transporte bajo demanda, como Uber, DiDi, Cabify o Beat, según una encuesta realizada por PayPal y Edelman.
De acuerdo con el análisis, realizado a partir de encuestas en línea a 1,040 personas en México, mientras que, antes de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19, la mitad de los encuestados (51.4%) hacían pedidos de comida preparada de forma diaria, semanal o quincenal; durante el confinamiento, esta cifra aumentó hasta 80% y al menos 68.8% de los entrevistados planean seguir pidiendo con esta frecuencia sus alimentos.
Algo similar ocurrió en el caso de las plataformas de transporte, pues antes de la pandemia de Covid-19, 61.9% de las personas que realizan gastos en línea utilizaba estos servicios de forma diaria, mensual o quincenal y durante la pandemia esta cifra aumentó para llegar a 73.9%, pese a las restricciones a la movilidad y alentados por el temor a usar el transporte público. Hasta 67.3% de los compradores en línea planean seguir usando estos servicios con esta frecuencia.
Las plataformas de entretenimiento, que incluyen tanto a las aplicaciones de streaming de video y de música, como a la compra de contenido bajo demanda también han experimentado un incremento en su uso durante la pandemia de Covid-19. Aunque la frecuencia en el pago de estas aplicaciones es mensual, el número de sus usuarios pasó de 51.4 a 53.4% y también aumentó el porcentaje de personas que hacen gastos de este tipo de forma diaria, semanal y quincenal.
Lo mismo ocurrió dentro de las aplicaciones que son usadas para pedir al súper o a la farmacia a domicilio, las cuales uno de los mayores crecimientos entre todas las categorías, al pasar de 46.1 a 73.3% de personas que piden el supermercado o sus medicinas de forma diaria, quincenal o mensual, aunque el total de la población en México que hace esto es menor que en el caso de los otros servicios. No obstante, 64.1% de los encuestados piensan seguir utilizando estas plataformas de forma cotidiana cuando la pandemia pase.
También los videojuegos vieron un aumento en la frecuencia de gasto de los compradores en línea en México y aunque la compra de boletos para eventos presenciales cayó debido a la suspensión de actividades, muchas personas planean comprar cada vez más estas entradas a través de internet con la reapertura económica. En el futuro, en un plazo de cinco años, los compradores digitales en México quieren pagar sus servicios (agua, electricidad y telefonía celular), la educación y el combustible a través de internet.
El débito y los smartphones, reyes de internet
El ticket promedio (gasto promedio) que realizan los consumidores mexicanos por este tipo de compras digitales cotidianas es de 200 pesos y la mayoría (84.6%) son realizadas a través de una tarjeta de débito. Le siguen los pagos con tarjeta de crédito (56.3%) y los pagos a través de plataformas digitales, como PayPal y Mercadopago, que se utilizan con una frecuencia de 50.6 por ciento.
Los teléfonos inteligentes o smartphones también se mantienen como los dispositivos preferidos para realizar una compra en línea. Al menos la mitad de los encuestados por PayPal y Edelman dijeron que siempre realizan las compras en línea a través de este tipo de dispositivos, a los que les siguen las computadoras portátiles y las tabletas.
Pese a las presiones inflacionarias y a la reducción de las expectativas de crecimiento en México, los ejecutivos de Edelman y PayPal piensan que los gastos digitales en categorías como el transporte, los alimentos y el entretenimiento llegaron para quedarse porque se han convertido en gastos esenciales de los mexicanos conectados a internet.
rodrigo.riquelme@eleconomista.mx