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Rehabilitación de Agro Nitrogenados, con sobrecosto de 127%
Los costos que realizó Pemex en la pasada administración para la planta de fertilizantes se rebasaron de 195 a 443 millones de dólares.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) denunció que además de la compra de la planta obsoleta de Agro Nitrogenados para la fabricación de fertilizantes que Petróleos Mexicanos (Pemex) realizó en la pasada administración, las actividades para rehabilitación de la infraestructura ocasionaron una pérdida de 212 millones de dólares para la empresa, con sobrecosto de 127% y retraso de casi un año en la entrega de las obras; hasta el 2019 no se han generado utilidades en estas actividades para la petrolera.
Según la primera entrega del Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2018, en los ocho contratos de ejecución y supervisión de la rehabilitación de la planta en Coatzacoalcos, Veracruz, que otorgó Pemex desde el 2013, se incumplieron los objetivos y las metas de poner en operación la fabricación de fertilizantes nitrogenados ya que los costos se rebasaron de 195 a 443 millones de dólares, los tiempos se alargaron de 610 a 943 días calendario y a la fecha de esa auditoría (noviembre del 2017) no se habían generado utilidades para el Estado, por lo que el proyecto no era ya rentable.
Desde la planeación de esta obra, Pemex estableció que con la adquisición y la rehabilitación de la planta de fertilizantes, la producción esperada de urea representa cerca de 75% de la demanda nacional de este insumo para el sistema agrícola nacional, con lo cual se podría sustituir la importación de fertilizantes por más de 400 millones de dólares.
Entre las múltiples observaciones sobre inconsistencias en estas operaciones, la ASF señaló que no se consideró la disponibilidad de materias primas de la cadena gas natural-amoniaco-bióxido de carbono-urea que inciden directamente tanto en la puesta en marcha, funcionamiento y la producción de los fertilizantes nitrogenados.
Además, “se reconoció una pérdida de 212 millones de dólares por efectos de deterioro correspondientes al valor de las tres plantas en que se omitió su proceso de rehabilitación, sin que se previera reanudarlo en corto y mediano plazos”, aseguró la ASF.
Lo anterior, derivado de que Pemex incurrió en falta de liquidez y endeudamiento, debido a una deficiente planeación.
En el proceso hubo además costos adicionales por 22 millones de pesos en el “suministro de agua tratada”, ya que se pagaron durante cinco meses cuotas sin que se hallaran aún en funcionamiento las plantas.
Para colmo, se reconocieron adeudos a la contratistas, entre los que se encuentran Jacobs Engineering, Arendal, Avanzia Instalaciones, OPCO Soluciones y Praxair, por 44.5 millones de dólares y 183.4 millones de pesos sin que se integraran en alguna estimación generada por conceptos de obra debidamente concluidos.
En la ejecución de estas obras, Pemex “no contó con el personal que debía tener contratado y capacitado para encargarse de los trabajos previos que se debieron realizar para ejecutar las pruebas de arranque, operación y mantenimiento de las plantas de urea”, denunció finalmente la Auditoría.