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Renegociar o salir, la consigna en el TLCAN

Pese a amenazas de Trump, el acuerdo llegará a su sexta ronda negociadora.

A un año de ocupar la Casa Blanca, la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha hecho que la renegociación y la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sean una prioridad inicial destacada de su política comercial.

Trump ha considerado el TLCAN como el “peor acuerdo comercial” y ha declarado que puede tratar de retirarse del mismo. Se ha enfocado en el déficit comercial con México como una de las principales razones de su crítica.

El 18 de mayo del 2017, la administración Trump envió al Congreso una notificación de 90 días sobre su intención de iniciar conversaciones para renegociar el TLCAN, tal como lo exige la Autoridad de Promoción Comercial 2015.

Las negociaciones comenzaron el 16 de agosto del 2017. Al declarar que están comprometidos con un proceso expedito, los negociadores planean tener una serie de rondas en intervalos de tres semanas para una posible conclusión a principios del 2018, lo cual no está claro de alcanzarse.

El texto final del acuerdo no se dará a conocer hasta después de que concluyan las negociaciones. Las partes del TLCAN han acordado que la información intercambiada en el contexto de las negociaciones, como el texto de negociación, las propuestas de cada gobierno y otros materiales relacionados con el contenido de las negociaciones deben permanecer confidenciales.

En el caso de que decidiera sacar a Estados Unidos del TLCAN, la última palabra la tendría el Poder Judicial de ese país, concluyó una investigación del Congreso estadounidense.

De acuerdo con el análisis, es probable que el presidente Trump carezca de la autoridad para terminar el efecto doméstico de los estatutos federales que implementan el TLCAN sin pasar por el proceso legislativo para su derogación.

El gobierno mexicano ha enfatizado su deseo de modernizar el acuerdo, pero advirtió que la región no debería volver al proteccionismo. Luego de las repetidas declaraciones del presidente Trump de retirarse del TLCAN, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, afirmó que dejar el TLCAN marcaría un punto de quiebre en las relaciones entre Estados Unidos y México y afectaría la cooperación bilateral en otras áreas.

Los representantes del gobierno y la industria mexicanos sostienen que no pueden acordar un acuerdo que incluya mayores niveles de protección y dicen que “fortalecer” las reglas de origen al aumentar los requisitos de contenido para Estados Unidos haría las negociaciones muy polémicas.

En la quinta ronda, México aceptó fortalecer las reglas de origen en el sector automotriz, siempre y cuando esto no limite las capacidades productivas y exportadoras del país, y para ello planea establecer, si Estados Unidos detalla su iniciativa, una contrapropuesta en la sexta ronda.

Estados Unidos pidió en la cuarta ronda de negociaciones que los automóviles importados por Estados Unidos desde México y Canadá tengan 50% de contenido estadounidense y 85% de contenido de los tres países, además de que se obligue al rastreo del origen de 100% de las piezas.

También durante la quinta ronda, los negociadores mexicanos presentaron contrapropuestas en asuntos sobre la revisión periódica del acuerdo comercial y las compras gubernamentales.

octavio.amador@eleconomista.mx

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