Sensorama lleva a Club El Economista a un “viaje por los sentidos”

Por: Víctor Hugo Hernández.

En Sensorama, cada experiencia es única y personal, como lo pudieron constatar las suscriptoras de Club El Economista durante la experiencia “Elementos” (“Cuatro Elementos. Cantos Indígenas”).

“Elementos se trata de una travesía sensorial en donde te sumerges a través de cada elemento para ver cómo habitas cada uno de ellos. Es una fiesta a la vida que tiene una cosmovisión mesoamericana que te invita a mirar hacia adentro”, explicó Carla Luz Pérez Martínez, artista sensorial y parte del equipo de Sensorama.

Sensorama, ubicado en Zacatecas 155, Roma Norte, Cuauhtémoc, CDMX, es un espacio de inmersión sensorial donde se cuentan historias mediante aromas, sabores y música, entre otras herramientas. Esto se logra con la ayuda de artistas sensoriales, y la disposición de los asistentes, quienes añaden su propia “magia” y creatividad, haciendo que cada experiencia sea única y especial.

Pérez Martínez recordó que “Elementos”, al igual que todas las demás experiencias que ofrece este espacio, fue creada por Héctor Fernández, director y fundador de Sensorama. La inspiración surgió de una inquietud: “¿Cómo sueñan los ciegos?”. A partir de ahí, se desarrolló esta visión en cada una de las experiencias.

“No hay una narrativa, sino que es un poco más abstracta, porque no hay una poética sensorial implícita con textos, esta es súper abierta para que puedas experimentar con todos tus sentidos”.

Sobre lo que espera que los participantes se lleven de esta experiencia, la artista sensorial comentó: “Saber de qué manera pueden habitar cada uno de los elementos, y que esta (experiencia) toque estas fibras sensibles de su corazón, y ser como más conscientes con la tierra, con el agua, con el fuego, con el viento, que creo que es tan necesario en estos días”.

Reconectan con su ser

Marina Rubin, suscriptora de Club El Economista desde hace casi un año, afirmó que esta experiencia la hizo reconectarse tanto con sus sentidos como con su tiempo y su experiencia de vida.

“Me pareció una experiencia que te hace reconectarte con tu cuerpo, con tu alma, con tu espíritu. Yo creo, desde el momento que naces, puedes ser perceptivo de muchas cosas, y esta es una experiencia fuera de lo normal. Está increíble”.

Añadió que lo que más le gustó de “Elementos” fue “todo ese dinamismo, que nunca paras. Puede ser mediante el gusto, el tacto, el olfato, no estás parando, sino estás constantemente en un juego de sensaciones, de imaginación, de creatividad”.

Recomendó a las personas que se suscriban, porque “hay muchos regalos de Club El Economista y estas experiencias son únicas”.

Por su parte, Verónica Chávez, nueva suscriptora de Club El Economista, afirmó que esta experiencia le gustó mucho.

“Creo que es excelente para reconectar contigo, para reconectar también con tus ancestros. A mí me hizo recordar mucho, mi abuelita era también como de hacer rituales entonces, me encantó, como que me transportó a mi época de niña y ahorita me ayudó también como para liberarme”.

Agregó que lo que más disfrutó de la experiencia fue el inicio “Sentí como un renacer, cómo salir nuevamente de la tierra y emerger, a crecer como una nueva vida.

“Llegué aquí porque un amigo me recomendó que me suscribiera a Club El Economista entonces sí, totalmente recomendable por todos los eventos, aparte toda la información que tenemos al obtener el periódico y la suscripción”, dijo.

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