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Moody’s prevé disminución en el endeudamiento de largo plazo para estados y municipios
Se proyecta para el 2025 una deuda neta promedio de 38.5% sobre ingresos operativos para las entidades y de 10.4% para los ayuntamientos.

La semana pasada, analistas de Moody´s Analytics y Finamex estimaron que el gobierno apenas tendrá espacio para cumplir con la reducción del déficit fiscal a un rango que puede ir entre 4.1 y 4.5% del PIB.

En el 2025 estados y municipios se encaminan hacia una mayor prudencia en la contratación de deuda de largo plazo y una tendencia decreciente en los niveles de apalancamiento, proyectando un promedio de deuda neta a ingresos operativos de 38.5% para los estados y de 10.4% para los municipios al cierre de este año, señala un análisis de Moody’s.
Aunque la reducción en el apalancamiento genera mayor flexibilidad financiera para los gobiernos subnacionales, algunos estados que han evitado nueva deuda a largo plazo recurren a la deuda de corto plazo, incrementando su exposición a riesgos de refinanciamiento y tasas de interés. “En el periodo 2022-2024 los niveles de deuda de corto plazo se han mantenido en niveles estables y estimamos que esta tendencia continuará en 2025”.
Tal es el caso de Nuevo León, donde factores políticos impidieron la aprobación de los paquetes económicos para el 2024 y el 2025, limitando la posibilidad de contratar nueva deuda a largo plazo, resultando en un aumento de la deuda de corto plazo que alcanzó un saldo de 7,796 millones de pesos al cierre del 2024. Por su parte, el Estado de México ha optado por limitar el uso de deuda de largo plazo, financiando su gasto de capital principalmente con recursos propios y transferencias federales.
Siete emisores calificados actualmente tienen planes de contratación de deuda de largo plazo para el 2025; encabeza la lista la Ciudad de México con un endeudamiento neto de 3,500, millones de pesos, le siguen Sinaloa con 2,300 millones, Sonora con 1500 millones, Tamaulipas, Estado de México, Nayarit y el municipio de León, de acuerdo con sus leyes de Ingresos y las aprobaciones de los congresos locales hasta la fecha.
Se espera que Tamaulipas disponga de un financiamiento aprobado en diciembre del 2024. Moody’s no descarta que otras entidades busquen autorizaciones adicionales de sus congresos locales para contratar nueva deuda en el transcurso del 2025.
Refinanciamiento
Entre enero del 2024 y mismo mes del 2025, emisores calificados como Ciudad de México, Sonora, Tamaulipas, Quintana Roo, Oaxaca y Michoacán adquirieron créditos destinados al refinanciamiento por un total de 78,794 millones de pesos, cifra que representa 12.8% del saldo de los créditos de largo plazo hasta septiembre del 2024 en el Registro Público Único de deuda.
Mientras que Chiapas se suma a las entidades que buscan refinanciar sus obligaciones para mejorar sus condiciones financieras. Moody’s subraya que este tipo de operaciones generalmente tiene un impacto positivo en la calidad crediticia de los emisores, ya que permite reducir la presión que el servicio de la deuda genera sobre los gastos operativos, especialmente en el corto y mediano plazo.
El bajo nivel de apalancamiento redujo el pago del servicio de la deuda en el sector a un promedio estimado en el 2024 de 8.9% de los ingresos operativos para los estados y 2.2% para los municipios; esto junto a una estructura de vencimientos sostenible, contribuye a un perfil de deuda sano, detalla la calificadora.
Menor inversión
Los estados calificados realizarán un gasto de capital equivalente a 4% de sus ingresos totales; este rubro considera los egresos en inversión pública y bienes muebles e inmuebles, y representa una ligera contracción frente a 4.8% proyectado para el 2024. Sin embargo, este nivel sigue siendo superior al promedio de 3.8% observado entre el 2019 y el 2023.
Los municipios calificados también verán una reducción en su gasto de capital, que se estima en 18.5% de sus ingresos totales para el 2025, por debajo de 19.7% proyectado en el 2024. “En un escenario de menores transferencias federales, los emisores con bajos niveles de deuda podrán financiar la inversión con deuda de largo plazo sin ejercer mayores presiones sobre sus perfiles”, concluye el reporte.