Lectura 3:00 min
Acuerdo nuclear, examen para la UE
Las sanciones de Estados Unidos a empresas del reino chií han provocado la salida de varias empresas europeas; posible fracaso diplomático para Europa.
Bruselas. El acuerdo nuclear iraní ha medido durante este año la fortaleza diplomática de la UE frente a Estados Unidos.
Tras 12 meses de reuniones, comunicados e intentos de mantenerlo vivo, Teherán se ha desmarcado de una parte del pacto y ha dado un ultimátum para que la UE cumpla sus compromisos. El bloque comunitario ha rechazado este órdago e insiste en la necesidad de mantener el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por su sigla en inglés) con vida por la seguridad y estabilidad global.
Durante un año, la UE ha pujado fuerte pon mantener el acuerdo nuclear vivo. Pero le ha sido más complicado de lo previsto evitar la fuga empresarial en Irán por las represalias estadounidenses y asegurar las transacciones de crudo. Teherán se comprometió a permanecer dentro del JCPOA a pesar de la marcha de Washington hace ahora 12 meses. La UE hizo lo propio, asegurando que blindaría sus relaciones comerciales para que la economía persa no sufriese los coletazos de las sanciones de la Casa Blanca.
No obstante, la UE no ha podido evitar la fuga de empresas comunitarias por las sanciones de EU, e Irán no ha podido lucrarse de los beneficios del JCPOA, firmado también por Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania. Las sanciones de EU y la incapacidad de la UE, China y Rusia para hacerles frente han disparado la inflación en el reino chií en 40%.
El miércoles, Hasan Rohaní, presidente iraní, anunció que su país reduciría dos de sus compromisos adquiridos con el tratado: dejará de limitar su stock de uranio enriquecido y de agua pesada. Además, Teherán ha dado un plazo de 60 días al resto de firmantes para que cumplan con los compromisos adquiridos, con todos los ojos puestos en la UE.
El escenario no pinta bien para el bloque comunitario. Dinamitar el acuerdo nuclear sería asumir una derrota diplomática muy alta frente a una victoria del unilateralismo que abandera Donald Trump. Supondría además una amenaza para la seguridad regional, europea y global, pues aniquilar el acuerdo que tardó años en fraguarse daría alas a los ayatolás hacia la bomba nuclear, en un momento en el que la tensión entre Estados Unidos e Israel contra Irán está llegando a nuevos máximos.