Argentina sepulta a Nestor Kirchner

El ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, fue sepultado esta noche en su tierra natal, Río Gallegos, en medio de homenajes y muestras de dolor de una muchedumbre que acompañó a su viuda y sucesora, Cristina Fernández.

Luego de una maratónica jornada luctuosa en el país sudamericano, los restos del ex mandatario fueron depositados en la capilla de la familia Kirchner al término de una ceremonia privada en el panteón de la ciudad, mientras miles de argentinos permanecían en los alrededores.

Los fuertes y característicos vientos de esta ciudad patagónica, localizada dos mil 700 kilómetros al sur de Buenos Aires, en el extremo sur del país, recibieron a la mandataria y a sus hijos Máximo y Florencia, quienes volaron desde Buenos Aires junto con el féretro.

En la capital de la provincia de Santa Cruz, que Kirchner gobernó durante 12 años, esperaba el presidente venezolano Hugo Chávez, quien de manera sorpresiva llegó a Río gallegos para las exequias del que fue uno de sus mejores colegas y amigos en la región.

Fueron tres horas las que tardó el avión de la Fuerza Aérea Argentina en trasladar el cuerpo desde Buenos Aires hasta Río Gallegos, luego del histórico y masivo velorio de 26 horas que se realizó en la Casa Rosada, sede del gobierno.

Las muestras de afecto hacia Kirchner vividas en la capital argentina se multiplicaron en la tierra donde nació hace 60 años y en donde su féretro fue custodiado por vecinos y amigos que lo conocieron desde su infancia y que lo consideraban un hijo pródigo de la provincia.

El cortejo que acompañó el auto que llevaba los restos del ex presidente avanzó a paso lento los 11 kilómetros que separan el aeropuerto local del cementerio, en donde lo recibieron miles de manos levantadas en alto con la 'V' de la victoria.

Se repitieron entonces las imágenes de lágrimas, miradas de tristeza, gritos de agradecimiento y lanzamiento de flores que habían comenzado en Buenos Aires.

Tanta era la conmoción que la situación se volvió caótica, con miles de personas que se agolpaban para tratar de acercarse al vehículo que llevaba el féretro, que tardó tres horas para poder ingresar al cementerio.

Su fallecimiento, ocurrido el miércoles por la mañana por un ataque cardíaco, fue tan sorpresivo que ni el ex presidente ni su esposa tenían definido un lugar de reposo para cuando alguno de los dos muriera.

Por eso, el ex presidente fue enterrado temporalmente en una sencilla cripta de su familia del modesto cementerio municipal de Río Gallegos, al lado de su tío Carlos Arturo Kirchner, muerto hace 20 años.

Desde el mediodía, cuando los restos del ex mandatario aún eran ovacionados por una multitud en Buenos Aires, miles de santacruceños comenzaron a apostarse en las puertas del cementerio municipal donde se iba a realizar la inhumación.

Se convirtieron en una marea en las que predominaba el luctuoso negro, con un incesante ondular de banderas albicelestes sin siglas partidarias, sindicales o de organizaciones sociales como las que se habían destacado en Buenos Aires.

La ciudad se paralizó por completo ante el funeral del ex mandatario, y fue tapizada con mensajes como 'Fuerza Kristina', 'No te vas, Néstor: volvés', y 'Gracias por todo, Lupo', ya que ése era el afectuoso apodo con el que aquí llamaban a Kirchner.

Después del entierro, la presidenta se retiró a descansar junto con sus hijos en la casa que tienen en esta ciudad, en donde permanecerá hasta que el próximo lunes retome sus actividades.

DOCH