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Armas, Irán y el EI, el menú de Trump
En el 2015 Donald Trump criticó a Michelle Obama por no usar el velo en su viaje a Riad. El sábado, Melania Trump tampoco portó la vestimenta típica de la región. Trump omitió hablar sobre el rol secundario que juega la mujer en Arabia Saudita.
Riad. La semana anterior había sido de pesadilla para el presidente Donald Trump por el caso del ex número uno del FBI James Comey. Nada mejor que hablar de negocios con los árabes (y no de derechos humanos).
El sábado, el presidente Trump hizo su debut internacional de forma ostentosa, marcando el comienzo de una nueva era en las relaciones con Arabia Saudita mediante la firma de un acuerdo estratégico conjunto que incluye 110,000 millones de dólares en ventas de armas estadounidenses y otras nuevas inversiones, que, refirió la administración, representarán cientos de miles de puestos de trabajo.
Aunque los detalles iniciales sobre el acuerdo fueron escasos, se supo que incluyen una carta de intención estadounidense de apoyar las necesidades de defensa de Arabia Saudita con la venta de una serie de buques de guerra, tanques y otros vehículos.
Unidos contra Irán
Ayer domingo el menú fue más político. Trump pidió a los líderes de Medio Oriente que combatan la crisis del extremismo islámico que ha emanado de la región y caracterizó la lucha contra el terrorismo como una batalla entre el bien y el mal , no como un enfrentamiento entre Occidente y el islam.
Durante una reunión de más de 50 líderes árabes y musulmanes, el presidente estadounidense buscó trazar un nuevo rumbo para el papel de Estados Unidos en la región: enfocado directamente en erradicar el terrorismo, con menos énfasis en la promoción de los derechos humanos y las reformas democráticas.
Trump criticó a Irán por propagar destrucción y caos en toda la región. Sus comentarios fueron repetidos por el rey Salmán de Arabia Saudita, quien declaró: El régimen iraní ha sido la punta de lanza del terrorismo global .
El día de hoy Trump continuará su gira internacional por Israel, viajará a Palestina y, posteriormente, a el Vaticano y Bruselas.