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Boehner se lanza contra grupos conservadores
Con una votación para aprobar un acuerdo bipartidista sobre el presupuesto federal avecinándose, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, intensificó ayer su crítica en contra de los grupos conservadores externos.
Con una votación para aprobar un acuerdo bipartidista sobre el presupuesto federal avecinándose, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, intensificó ayer su crítica en contra de los grupos conservadores externos, los cuales en repetidas ocasiones han atacado su agenda y ahora tienen en su mira el acuerdo por un compromiso de 85,000 millones dólares.
Francamente, yo creo que han perdido toda credibilidad , comentó Boehner ayer en su conferencia de prensa semanal.
Después de años de soportar andanadas de grupos como Heritage Action for America, Boehner parece que llegó a su límite esta semana, cuando el grupo de organizaciones conservadoras con sede en Washington atacó el acuerdo sobre el presupuesto negociado por el representante republicano, Paul Ryan, y la senadora demócrata, Patty Murray, quienes presiden las comisiones de presupuesto en sus respectivas cámaras.
Varios grupos anunciaron su oposición antes de que la propuesta se diera a conocer la noche del lunes.
El miércoles, Boehner reprobó su actitud al afirmar que están usando a nuestros miembros y al pueblo estadounidense para sus propios objetivos. Esto es ridículo .
Ayer intensificó su crítica, a tal grado que en un punto de su conferencia gritó: No me importa lo que hagan , al sugerir que después de años de ayudar a sabotear los pactos que Boehner y sus lugartenientes habían tratado de lograr, los conservadores finalmente habían cruzado la línea al oponerse al acuerdo de Ryan.
Si criticas algo y no tienes ni idea de lo que estás criticando, entonces acabas con tu credibilidad , indicó.
Heritage Action for America rechazó la acusación de Boehner, al asegurar que las organizaciones conservadoras simplemente reflejan los sentimientos de sus activistas de base.
Ayer también, Ryan tomó una actitud similar con el senador republicano Marco Rubio, quien criticó el acuerdo a minutos de su anuncio. Lea el acuerdo y entonces venga a buscarme , reprendió Ryan en una entrevista de MSNBC.
El líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, calificó los comentarios de Boehner como un soplo de aire fresco . En una conferencia de prensa en el Capitolio, Reid expuso que las acciones de los grupos conservadores han mostrado al pueblo estadounidense por qué las reglas tenían que ser cambiadas , en una referencia a la movida que realizó el mes pasado para limitar el uso de maniobras obstruccionistas o filibusteros para bloquear a los nominados de la rama judicial y el Ejecutivo.
La difusión pública de las quejas de Boehner, que antes se mantuvieron como privadas, mostró que el Presidente de la Cámara está en una posición más fuerte dentro de su caucus en el Partido Republicano y que los republicanos de pie están hartos de las amenazas de que se respaldará a sus oponentes si se desvían de los intereses de los grupos en votaciones clave.
Boehner habló un día después de que la mayoría de los republicanos de la Cámara parecían apoyar el acuerdo bipartidista para evitar otro cierre del gobierno, sin hacer caso de las quejas de la derecha.
Después de realizar una serie de reuniones a puerta cerrada, asesores republicanos confiaron en que el acuerdo podría lograr su aprobación en la Cámara de Representantes.
Pero Dan Holler, portavoz de Heritage Action for America, aseguró ayer: Cuanta más información se sepa sobre este acuerdo, más difícil será para los miembros votar en favor y después regresar a casa y explicar ese voto. Ése es el problema .
Holler predijo que los conservadores no van a comprar este acuerdo . Si Boehner está dispuesto a sacar a los conservadores del juego, las políticas que se obtendrán dentro de un proyecto de gastos serán muy diferentes. Pero cómo se pueda avanzar en el tema de la inmigración, ésa será otra cosa , amenazó.
No obstante, al mismo tiempo, una nueva encuesta de Gallup muestra que la popularidad del Tea Party sigue disminuyendo, con sólo 30% de los estadounidenses que ve favorablemente al movimiento y 51% que lo desaprueba.