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Brasil investiga genocidio contra la etnia Yanomami por la minería ilegal en tiempos de Bolsonaro

La policía brasileña abrió una investigación por "genocidio" contra la etnia yanomami tras un informe que reveló la muerte de casi un centenar de niños por desnutrición y otras causas relacionadas con la minería ilegal.

La Policía Federal (PF) brasileña abrió una investigación por "genocidio" contra la etnia yanomami tras un informe que reveló la muerte de casi un centenar de niños por desnutrición y otras causas, mientras que el gobierno despidió a 43 militares de la agencia gubernamental de asuntos indígenas (Funai).

"Determiné ayer la apertura de una nueva investigación policial para averiguar (si hubo) genocidio", dijo el ministro Flávio Dino.

"Hay indicios muy fuertes de negativa a la asistencia nutricional y de salud de esas poblaciones indígenas, hubo intención", añadió Dino.

El gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva reveló el sábado que 99 yanomamis menores de 5 años murieron el año pasado en la mayor reserva indígena de Brasil por desnutrición, neumonía y malaria, entre otras causas.

En una visita la semana pasada, las autoridades hallaron numerosos casos de menores de esa etnia con desnutrición grave, malaria, infecciones respiratorias y otras complicaciones.

El gobierno declaró la emergencia sanitaria en ese territorio protegido.

La investigación, que apunta a acciones y omisiones de funcionarios públicos y exjerarcas de la salud en tierras yanomamis, también abarcará supuestos crímenes ambientales y desvío de recursos públicos.

El mandatario brasileño, quien asumió por tercera vez el poder el pasado 1° de enero, describió un escenario "inhumano" luego de visitar el sábado el estado amazónico de Roraima.

Entre los estados de Roraima y Amazonas se extiende la Tierra Indígena Yanomami, de 96,000 km2, hogar de unos 30,400 indígenas de la etnia.

La violencia ha crecido en esa tierra, habitual escenario de enfrentamientos entre mineros ilegales e indígenas, que han denunciado una creciente contaminación y depredación de su territorio los últimos años.

Asociaciones civiles e indígenas señalan como responsable al expresidente (2019-2022) ultraderechista Jair Bolsonaro, quien defendió la minería y la explotación agrícola en tierras indígenas y cuestionó el alcance de las tierras protegidas en Brasil.

El gobierno de Lula, recién estrenado, decidió, en tanto, despedir a 43 militares nombrados en la agencia gubernamental brasileña de asuntos indígenas (Funai) durante la administración de Bolsonaro.

Los despidos alcanzan a militares que habían sido nombrados por Marcelo Xavier, un comisario de la PF que presidió la Funai entre julio de 2019 y diciembre de 2022.

Estas bajas, publicadas el lunes en una edición extra del Diario Oficial de la Unión, fueron celebradas por Sonia Guajajara, ministra de la nueva cartera de los Pueblos Indígenas.

Los funcionarios tenían "una orientación totalmente contraria" a la protección de los derechos indígenas, aseguró Guajajara.

Durante la gestión de Xavier, designado por Bolsonaro, la Funai tomó medidas que "retardaron la demarcación de tierras" y llevaron "inestabilidad" a los pueblos, señaló en una nota el Ministerio conducido por Guajajara.

Ejército de Brasil debería desalojar a los mineros de oro ilegales

El Ejército de Brasil debería desalojar a los mineros de oro ilegales que han provocado desnutrición y hambruna en una región de la reserva yanomami cercana a la frontera con Venezuela, dijo a su vez el secretario de Salud Indígena, Weibe Tapeba.

"Parece un campo de concentración", sostuvo Tapeba, médico nombrado para el cargo por el nuevo gobierno de Brasil, en una entrevista radiofónica.

Tapeba dijo que 700 miembros de la comunidad pasaban hambre y que la atención sanitaria es inexistente debido a la presencia de mineros de oro bien armados que ahuyentan a los trabajadores médicos del puesto de salud e impiden que la gente traiga suministros de medicinas y alimentos.

El Ministerio de Sanidad de Brasil declaró el viernes la emergencia médica en el territorio yanomami, la mayor reserva indígena del país, a raíz de los informes sobre las muertes de niños por desnutrición y otras enfermedades provocadas por la extracción de oro.

El sábado, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó el estado tras la publicación de fotos que mostraban a niños y ancianos yanomami tan delgados que se les veían las costillas.

"Es una calamidad extrema, muchos yanomami sufren desnutrición y hay una ausencia total del Estado brasileño", dijo Tapeba.

Una invasión de más de 20,000 mineros de oro salvaje ha contaminado los ríos con mercurio que ha envenenado a los peces que comen los yanomami, dijo Tapeba, citando a niños con el pelo que se les cae debido al mercurio utilizado para separar el oro del mineral.

"Los equipos sanitarios no pueden llegar hasta aquí debido a los bandidos fuertemente armados. Esto sólo puede resolverse expulsando a los mineros y eso sólo pueden hacerlo las fuerzas armadas", afirmó.

El Tribunal Supremo de Brasil ordenó el desalojo de los mineros, pero el gobierno del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro nunca cumplió. Los líderes yanomami dijeron que sus peticiones de ayuda fueron ignoradas.

En cuatro años de presidencia de Bolsonaro, 570 niños yanomami murieron de enfermedades curables, principalmente desnutrición, pero también malaria, diarrea y malformaciones causadas por el mercurio de los ríos, informó la plataforma de periodismo amazónico Sumauma.

La reserva ha sido invadida por mineros ilegales de oro durante décadas, pero las incursiones se multiplicaron desde que Bolsonaro ganó la presidencia en 2018 prometiendo permitir la minería en tierras indígenas previamente protegidas y ofreciendo legalizar la minería salvaje.

El ministro de Justicia, Flavio Dino, dijo el lunes que había "pruebas de genocidio" que se están investigando.

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