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Cada vez más aislado, Putin no viajará a Bali para la cumbre del G20
"El programa del presidente Putin todavía se está trabajando, podría participar virtualmente", dijo a la AFP Yulia Tomskaya, jefa de protocolo de esa misión diplomática.
El presidente ruso Vladimir Putin no viajará a la cumbre de líderes del G20 en Bali la próxima semana, anunció el jueves Moscú, en una señal de creciente aislamiento diplomático desde el lanzamiento de su ofensiva en Ucrania.
La delegación rusa en Indonesia estará encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores Serguéi Lavrov, indicó el Kremlin a las agencias de prensa rusas, confirmando un anuncio a la AFP de la embajada de Rusia en Yakarta.
"El programa del presidente Putin todavía se está trabajando, podría participar virtualmente", dijo a la AFP Yulia Tomskaya, jefa de protocolo de esa misión diplomática.
Desde hacía meses se especulaba sobre la presencia o no de Putin en esta cumbre que tiene lugar el 15 y 16 de noviembre en la turística isla indonesia de Bali y será el mayor encuentro del Grupo de los 20 desde el estallido de la pandemia del Covid-19 a finales de 2019.
La ausencia de Putin pone de manifiesto el creciente aislamiento de Rusia en el escenario internacional a raíz de la entrada de sus tropas en Ucrania a finales de febrero.
La posición rusa en Ucrania parece complicarse tras el anuncio el miércoles de la retirada de sus tropas de Jersón, una estratégica capital regional que ocupaban en el sur ucraniano.
Los países occidentales han denunciados la ofensiva rusa y prestan apoyo a Ucrania, y aliados de Rusia como India y China han criticado en público a Putin.
Al no viajar a Bali para esta cumbre de las 20 principales economías mundiales, Putin se evita una recepción que se anunciaba fría y posibles maltratos, como una exclusión de la tradicional foto de familia de los dirigentes.
El presidente estadounidense Joe Biden, que tachó a Putin de "criminal de guerra", aseguró que no tenía intención de reunirse con él aunque el dirigente ruso acudiera a la cita.
El jefe de la diplomacia rusa abandonó una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G20 en Bali en julio ante las críticas occidentales por la invasión de Ucrania.
Presión sobre Indonesia
Indonesia recibió fuertes presiones de parte de los países occidentales para excluir a Rusia del encuentro como reacción a la guerra de Ucrania, pero el país huésped defendió su neutralidad de cara al evento.
Su presidente Joko Widodo aseguró que Putin sería invitado a la cumbre y en agosto dijo que el dirigente ruso había aceptado la invitación.
Yakarta también invitó a participar virtualmente en la cumbre al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aunque su país no forma parte del G20.
Los expertos señalan que la ausencia de Putin mermará la cumbre, impidiendo encontrar soluciones para el conflicto en Ucrania y para sus consecuencias económicas globales.
"El G20 no puede hacer mucho, así que será solamente un foro simbólico. La discusión está siempre paralizada", dijo Radityo Dharmaputra, experto de Rusia y Europa Oriental en la Universidad Airlangga de Indonesia.
Crisis global
Aunque las potencias occidentales acordaron severas sanciones contra Moscú, el acercamiento de sus líderes a Putin es distinto.
Mientras Biden ha evitado cualquier contacto con su par ruso desde el inicio de la ofensiva en Ucrania, el presidente francés Emmanuel Macron ha alertado contra aislar por completo a Putin en la escena internacional.
Además, si bien las sanciones han afectado a Rusia, otras potencias mantuvieron sus lazos con Moscú. India y China, ambas presentes en el G20, aumentaron sus compras de crudo ruso.
Recientemente elegido para un histórico tercer mandato al frente de China, el presidente Xi Jinping debería figurar entre los líderes asistentes a la cumbre, en la que espera afianzar sus alianzas globales ante las tensiones existentes con Washington.
De parte de Latinoamérica, Argentina, Brasil y México forman parte del grupo, aunque parece que en Bali solo estará el presidente argentino Alberto Fernández.
Las conversaciones estarán ensombrecidas por las divisiones sobre lo que ocurre en Ucrania, que ha provocado una crisis alimentaria global y ha disparado los precios de la energía.
Hasta ahora, todos los encuentros del G20 previos a la cumbre de líderes terminaron sin comunicados conjuntos y no se augura un resultado distinto esta vez, entre reproches cruzados por las tensiones globales.