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Geopolítica

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Del Congreso depende nuevo acuerdo de paz

Con menos entusiasmo y más pragmatismo, el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia firmaron su segundo acuerdo de paz, ante la resistencia de la oposición.

BOGOTÁ. Con menos entusiasmo y más pragmatismo, el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia firmaron su segundo acuerdo de paz, ante la resistencia de la oposición.

En el Teatro Colón de Bogotá, las partes pusieron fin a más de medio siglo de enfrentamiento armado y cuatro años de negociaciones con una ceremonia histórica.

Este acuerdo es mejor que el que firmamos en Cartagena , admitió el presidente Juan Manuel Santos, visiblemente cansado, después de firmar el texto modificado con propuestas de la oposición.

El mandatario aseguró que los cambios se hicieron con sentido de urgencia, conscientes de que la incertidumbre y el paso del tiempo conspiraban contra la paz . Con la misma premura, el documento fue entregado al Congreso para su aprobación la semana próxima.

Que la palabra sea la única arma de los colombianos , celebró el máximo comandante de la guerrilla Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko , en un discurso cordial pero menos emotivo que el de la ceremonia anterior, e instó a crear un gobierno de transición para implementar los acuerdos.

El líder rebelde dedicó el pacto a quienes lo defendieron en las calles luego de que el primero fuera rechazado en un plebiscito el 2 de octubre y lamentó las recientes muertes de guerrilleros, líderes campesinos y defensores de los derechos humanos. También felicitó al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

Tanto Santos como Timochenko hicieron un llamado a la oposición, que ya expresó su rechazo al nuevo texto, a trabajar en unidad .

Según la oposición encabezada por el expresidente Álvaro Uribe, el nuevo pacto introduce cambios solicitados por los defensores del No en el plebiscito, pero no los suficientes. Los críticos sostienen que es necesario hacer un nuevo referendo, algo que rechazan tanto el gobierno como las FARC.

El acuerdo, un documento de 310 páginas con medio centenar de modificaciones, prevé que la guerrilla entregue en los próximos seis meses un inventario de sus bienes y activos para resarcir a las víctimas. También detalla las condiciones de la restricción de libertad para los responsables de crímenes, pero no sacia las principales exigencias de la oposición.

Las demandas como penas de cárcel para quienes cometieron delitos graves y la limitación de la participación política de los rebeldes no fueron atendidas en los 40 días que se extendió la negociación.

Desde el Senado, Uribe aseguró que su bancada participará en los debates sobre el acuerdo, pero que seguirán insistiendo en celebrar referendos sobre aspectos puntuales.

Cuando el acuerdo quede refrendado en el Congreso empezará en la misma cámara su implementación. Espero que, según el procedimiento establecido, la refrendación sea aprobada en el curso de la próxima semana , declaró Santos.

El primer debate será sobre la amnistía de los presos de las FARC para que puedan salir de las cárceles y trasladarse hasta las más de 20 zonas rurales supervisadas por la ONU donde el resto de la guerrilla unos 8,000 individuos se desarmarán en un plazo de seis meses.

En 150 días, tan sólo 150, todas las armas de las FARC estarán en manos de las Naciones Unidas , aseguró el presidente, recortando un mes esa previsión. Por su empeño en poner fin a al conflicto armado, Santos recibirá el premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre.

El acuerdo de paz con las FARC, la guerrilla activa más antigua del continente, no bastará para poner fin a la violencia en Colombia. En el país también opera el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otras bandas criminales.

El director de la ONG Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, se mostró decepcionado al considerar que el gobierno de Santos cedió ante la presión militar al realizar una modificación al acuerdo que podría permitir que los comandantes del Ejército eludan su responsabilidad por los crímenes cometidos por sus subalternos .

Según Vivanco, en la fe de erratas publicada por el gobierno se eliminó un párrafo que había sido agregado en el nuevo acuerdo, que acercaba el principio de responsabilidad de mando.

Guerrilla acepta reparar el daño a víctimas

  • El nuevo acuerdo entre el gobierno y las FARC fue renegociado para incluir propuestas de la oposición, tras el rechazo en el referéndum.
  • Urnas por Congreso: el primer acuerdo debía refrendarse mediante un plebiscito. Ahora las partes acordaron refrendar el nuevo documento en el Congreso.
  • No va a la Constitución: la primera versión debía anexarse a la Constitución. Ahora sólo se incorporará un artículo transitorio, por sólo 12 años, que expone que las instituciones y autoridades del Estado tienen la obligación de cumplir de buena fe el acuerdo.
  • Restricción de la libertad o cárcel: pese a que en un primer momento el uribismo pidió la prisión para determinados guerrilleros, en la propuesta entregada al gobierno cambió la cárcel por la reclusión en espacios concretos.
  • Narcotráfico y política: el nuevo pacto busca aclarar la conexidad del narcotráfico con los delitos políticos. Ahora, este delito sólo será aceptado como crimen conexo a la rebelión por lo que sería sujeto de amnistía en caso de que no haya derivado en enriquecimiento personal .
  • Bienes para víctimas: la guerrilla aceptó hacer un inventario de sus bienes, que servirán para reparar a víctimas, y entregará una lista de todos sus miembros, incluidos milicianos.
  • Participación política se mantiene: la participación política de los guerrilleros se mantuvo sin cambios y constituye la principal objeción de los opositores, que rechazan que insurgentes culpables de crímenes atroces puedan presentarse a cargos de elección popular antes de pagar sus penas. (Agencias)

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