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Detienen sin fianza al asesino de Tucson
Jared Loughner, quien mató a seis personas durante un evento político en Tucson, Arizona podría ser sentenciado a la pena capital, su principal víctima, la congresista Gabrielle Giffords se aferra a la vida, pero su estado aún es reportado grave.
Phoenix.- Estados Unidos vio por primera vez el lunes al hombre solitario de 22 años acusado de tratar de asesinar a la representante Gabrielle Giffords. Jared Loughner, con la cabeza rapada, una herida sobre la sien derecha y esposado, miró a los asistentes al tribunal y se sentó.
Su abogada, quien defendió al autor intelectual del atentado en la ciudad de Oklahoma Timothy McVeigh y al llamado ``Unabomber'', Ted Kaczynski, susurró algo a su oído.
El juez preguntó a Loughner si entendía que podría ser condenado a cadena perpetua _o a la pena capital_ por asesinar al juez federal John Roll, una de las seis personas que murieron en el tiroteo ocurrido durante un acto político de Giffords el sábado en Tucson.
``Sí'', respondió de pie frente a un atril vestido con su traje beige de prisionero. Un alguacil armado lo vigilaba de cerca.
El juez ordenó que Loughner fuera detenido sin derecho a fianza.
Hordas de reporteros se congregaron afuera del tribunal federal. No se realizó en Tucson porque Roll fue un juez en la corte federal durante mucho tiempo ahí.
Horas antes, la nación guardó un minuto de silencio por las víctimas del ataque, desde la Casa Blanca y el Capitolio hasta la Estación Espacial Internacional.
Desde el espacio, el cuñado de Giffords, Scott, habló por la radio. Los controladores de vuelo en Houston guardaron silencio.
``Mientras miro por la ventana, veo un planeta muy hermoso que parece acogedor y pacífico'', dijo. ``Desafortunadamente no lo es''.
``Estos días se nos ha recordado constantemente sobre los abominables actos de violencia y sobre el daño que podemos infligirnos unos a otros, no sólo con nuestras acciones, sino también con nuestras palabras'', agregó.
``Somos mejores que esto'', dijo. ``Debemos ser mejores''.
UN MINUTO DE SILENCIO
En una fría mañana afuera de la Casa Blanca, el presidente Barack Obama y la primera dama Michelle Obama estaban de pie uno al lado de otro, con las manos juntas, la cabeza inclinada y los ojos cerrados.
En la escalinata del Capitolio, el personal legislativo y otros empleados hicieron lo mismo.
En la Corte Suprema, los jueces hicieron una pausa entre los casos que atenderían la mañana del lunes para guardar silencio. Roll, el principal juez federal de Arizona, fue asesinado en el ataque.
Obama pidió al país que se uniera en oración o reflexión por aquellos que murieron y por quienes luchan por recuperarse.
GIFFORDS SE AFERRA A LA VIDA
En total, 19 personas fueron asesinadas en la matanza indiscriminada afuera del supermercado donde Giffords realizaba un acto político. La legisladora recibió un tiro en la cabeza y continúa en terapia intensiva.
El neurocirujano Michael Lemole, del Centro Médico Universitario de Tucson, dijo el lunes que ``la mejor manera de describirla esta mañana es que ella se está aferrando (a la vida) por sí misma''.
En una entrevista el lunes a la cadena de televisión CBS, Lemole dijo que extirpó una pequeña porción del cráneo de la congresista con el fin de realizar la cirugía, pero que probablemente la reemplazará en algún momento.
La bala que hirió a Giffords le atravesó la cabeza por el lado izquierdo, pero aún puede responder a órdenes, como la de cerrar una mano o levantar dos dedos, señalaron los cirujanos.
Posteriormente el lunes, los médicos señalaron que Giffords seguía respondiendo a las instrucciones y que su estado era estable. Su cerebro seguía hinchado pero la presión no había aumentado.
SOBREVIVIENTE DEL 11/09, ENTRE LAS VÍCTIMAS
Entre las seis personas asesinadas se encuentra una niña de 9 años que nació el 11 de septiembre del 2001, el día de los ataques terroristas en Nueva York y Washington, y que estaba interesada en el servicio público, así como uno de los asesores de Giffords.
Loughner fue sometido minutos después de que comenzó el tiroteo, de acuerdo con las autoridades. No ha dicho ``ni una palabra'' a la policía, dijo Clarence Dupnik, comisario del condado de Pima, al programa de la cadena de televisión ABC ``Good Morning America''.
Dupnik dijo que los investigadores están seguros de que Loughner actuó solo, ya que es ``el típico individuo problemático que es un solitario''.
El comisario dijo que sus declaraciones previas, en las que acusa del tiroteo al cargado ambiente político, fueron resultado de su enfado por los asesinatos y no de ninguna agenda política.
Los investigadores dijeron que se ejecutó una orden de allanamiento en la casa del sospechoso y se incautó un sobre de una caja fuerte con mensajes como ``Lo planeé por adelantado'', ``Mi asesinato'' y el nombre ``Giffords'' al lado de lo que parece ser la firma del hombre.
Los documentos judiciales muestran que Loughner había tenido contacto con Giffords anteriormente. Entre otras pruebas se incluye una carta dirigida a él con papelería de Giffords del Congreso, donde ella le agradecía por haber asistido a un acto político en un centro comercial en Tucson en el 2007.
Giffords, de 40 años, es una demócrata moderada que padeció ataques frecuentes de la derecha por su apoyo a la reforma de salud impulsada por la Casa Blanca, y su oficina en Tucson sufrió destrozos el día que la cámara baja aprobó esa medida en marzo.
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