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Geopolítica

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El mundo duerme mientras Kim se nucleariza

62 de los 192 estados miembros de las Naciones Unidas no presentaron informes para la imposición de sanciones a Corea del Norte en 2022.

Kim Jong Un, líder de Corea del Norte, inspeccionó el sistema de armas, el viernes. Foto: Reuters

Kim Jong Un, líder de Corea del Norte, inspeccionó el sistema de armas, el viernes. Foto: Reuters

Washington. Un estudio del Carnegie Endowment for International Peace señala que en los últimos años, la eficacia de las sanciones impuestas por la comunidad internacional que pide la desnuclearización de Corea del Norte ha disminuido. Dos de los principales responsables de este declive son China y Rusia.

También hay que agregar que 62 de los 192 estados miembros de las Naciones Unidas no presentaron informes para la imposición de sanciones a Corea del Norte en 2022.

China y Rusia se han comprometido con Kim Jong Un, a dejarle cumplir sus objetivos de desarrollar su industria de armamento, esto se traduce al éxito de Corea del Norte en cuanto a sus capacidades de misiles balísticos intercontinentales y satélites de reconocimiento. Es decir, Corea del Norte ha pasado de la desnuclearización a desarrollar tecnología nuclear avanzada.

De hecho, a principios de 2024, Corea del Norte intensificó sus provocaciones con lanzamientos sorpresa de artillería y de misiles de crucero, y el régimen cambió el enfoque de su estrategia de seguridad nacional para crear una crisis de guerra en la península.

La postura agresiva de Corea del Norte tiene su origen en la audacia de Kim Jong Un, que parece estar alimentada por fondos extranjeros ilícitos. Su economía depende de divisas procedentes de diversas actividades ilegales, como el tráfico de drogas, la falsificación y el robo de criptomonedas.

Sin embargo, son los ingresos de los trabajadores norcoreanos en el extranjero los que contribuyen sustancialmente a los ingresos en divisas del país.

El 7 de febrero, la BBC informó sobre la difícil situación de los norcoreanos que trabajan en China. Se estima que sean 100,000, y sus condiciones laborables son lamentables. El 85% de sus sueldos van a un fondo norcoreano para preparar la guerra.

fausto.pretelin@eleconomista.mx

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Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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