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El peor de los desastres tras la Segunda Guerra en Japón
A lo largo de cientos de kilómetros de la costa norte de Japón, pueblos enteros fueron arrasados o quedaron bajo las aguas, además, crecen los temores por los sobrevivientes ante una creciente escasez de víveres y medicinas.
Tokio. A lo largo de cientos de kilómetros de la costa norte de Japón, pueblos enteros fueron arrasados o quedaron bajo las aguas, además, crecen los temores por los sobrevivientes ante una creciente escasez de víveres y medicinas. El primer ministro, Naoto Kan, dijo que el país enfrenta su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, como resultado del terremoto del viernes, el posterior tsunami y la amenaza de fusión nuclear.
Las zonas más afectadas por el temblor -cuya magnitud fue oficialmente ajustada a 9.0 en la Escala de Richter desde el inicial estimado de 8.9- y el resultante tsunami no tienen comida, agua ni calefacción. Según las autoridades, no hay posibilidades de llegar rápidamente o contactar a decenas de miles de pobladores que no han sido localizados.
Kan dijo este domingo que el gobierno busca formas de entregar provisiones por mar y aire, dada la imposibilidad de llegar por tierra, pero que los esfuerzos de ayuda están limitados por las condiciones de desastre de las zonas afectadas.
El gobierno advirtió que debido a la crisis energética de las plantas nucleares afectadas, es muy probable que haya fallas en el suministro en varias regiones del país, incluyendo a Tokio. Por lo pronto, el gobierno ya movilizó a más de 100,000 efectivos del Ejército para ayudar en la tarea de rescate.
Aunque las fuerzas policíacas habían confirmado un millar de muertes hasta el domingo, el Jefe de la Policía de la prefectura de Miyagi, la más afectada, dijo que han muerto al menos 10,000 personas.
En la población costera de Riku zentakata, cuya población es de 23,000, únicamente se han localizado 5,900 residentes. Imágenes de Google Earth muestran que las 2,700 casas y edificios desaparecieron en su totalidad, quedando sólo montones de escombros.
A partir del viernes y hasta nuevo aviso, tanto el Poder Ejecutivo como el Parlamento se declararon en reunión permanente para enfrentar la crisis. El banco central aprobó una partida de 650 millones de dólares en préstamos de emergencia para las zonas más afectadas.
El ministro de Comercio, Banri Kaieda, dijo que el país sufrirá apagones a partir de este lunes y pidió a todas las empresas, incluyendo las que operan en Tokio, reducir al mínimo esencial su consumo de energía.