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El universo no fue un accidente: Benedicto XVI
El Vicario de Cristo dijo que Dios fue parte de la teoría científica del Big Bang, por lo que no fue resultado del azar.
La mente de Dios estuvo detrás de complejas teorías científicas como el Big Bang y los cristianos deben rechazar la idea de que el universo se formó por accidente, dijo el jueves el Papa Benedicto XVI.
"El universo no es resultado del azar, como algunos nos quieren hacer creer", sostuvo el Papa en el día de la Epifanía, en el que según la Biblia los tres Reyes Magos llegaron al sitio donde Jesús nació siguiendo una estrella.
"Contemplándolo (al universo) somos invitados a interpretar algo profundo: la sabiduría del creador, la incansable creatividad de Dios", dijo en un sermón ante unas 10.000 personas en la Basílica de San Pedro.
Aunque el Papa ya ha hablado de la evolución, rara vez se ha remontado a discutir conceptos específicos como el Big Bang, que según los científicos condujo a la formación del universo hace 13,700 millones de años.
Los investigadores del CERN, el centro de investigación nuclear con sede en Ginebra, han provocado la colisión de protones casi a la velocidad de la luz para imitar las condiciones en las que creen que se formó el universo primigenio, del que surgieron las estrellas, los planetas y la vida en la Tierra (y quizás en el más allá).
Algunos ateos creen que la ciencia puede comprobar que Dios no existe, pero Benedicto XVI dijo que algunas teorías científicas eran "limitantes para la mente" porque "sólo llegan a cierto punto (...) y no logran explicar el sentido fundamental de la realidad".
El Pontífice sostuvo que las teorías científicas sobre el origen y el desarrollo del universo y los humanos, aunque no están en conflicto con la fe, dejaron muchas preguntas sin resolver.
"En la belleza del mundo, en su misterio, en su grandeza y en su racionalidad (...) sólo podemos ser guiados hacia Dios, creador del cielo y la tierra", dijo.
Benedicto y su antecesor, Juan Pablo II, han intentado revertir la imagen de la Iglesia como contraria a la ciencia, una etiqueta que surgió cuando la institución condenó a Galileo por enseñar que la Tierra gira alrededor del Sol, desafiando las palabras de la Biblia.
Galileo fue rehabilitado y la Iglesia ahora acepta la evolución como una teoría científica, contemplando que Dios pudo haber usado un proceso evolutivo natural en la formación de las especies humanas.
RDS