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Giffords era el blanco de tiroteo: FBI
El FBI informó que el sospechoso del tiroteo contra una congresista de EU en Arizona, Jared Lee Loughner, enfrentará cargos por el asesinato de un juez federal, de un asistente y del disparo a la congresista Gabrielle Giffords.
Washington.- El director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) estadunidense, Robert Mueller, dijo hoy que la legisladora Gabrielle Giffords era 'el blanco' del tiroteo del sábado en Tucson, Arizona, que dejó seis muertos.
El sospechoso del tiroteo, Jared Lee Loughner, enfrenta cargos por el asesinato del juez federal John Roll, el disparo a Giffords y el asesinato de un asistente de la congresista, informó Mueller en una rueda de prensa.
Además de esos cargos, que se le presentarán esta tarde, se podrían agregar acusaciones adicionales por terrorismo, indicó.
'Este ataque no estuvo dirigido solamente contra nuestros dedicados servidores públicos, sino contra nuestros ciudadanos', sostuvo Mueller, quien anunció que se evaluarán medidas adicionales para dar seguridad a los funcionarios públicos.
Loughner usó una pistola modelo Glock de 9 milímetros, que compró legalmente en noviembre pasado en Tucson, y no pudo utilizar un segundo cargado de 30 balas debido a la oportuna intervención de varios de los asistentes, indicó.
El director del FBI sostuvo que no se han reportado amenazas específicas, pero continúan las investigaciones conjuntas entre distintas entidades federales.
Las autoridades contactaron a una segunda 'persona de interés' pero luego de entrevistar al hombre, que fue visto en la tienda, indicaron que no estaba vinculada con el tiroteo, informó la cadena CNN.
Entre tanto, la legisladora ha respondido a preguntas simples, que muestran un alto nivel de funcionamiento de su cerebro, indicaron las autoridades médicas, que expresaron un cauteloso optimismo por la evolución de la paciente.
El presidente Barack Obama pidió a las 11:00 horas locales a los estadunidenses a guardar un minuto de silencio en honor a las víctimas de lo que definió como una 'tragedia sin sentido' en Arizona.
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