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Geopolítica

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Jactancia de Corea del Norte causa alarma

Pyongyang sabe que su programa atómico no puede competir con el armamento de Estados Unidos, pero su fanfarronería no deja de preocupar a algunas naciones.

Seúl. CUANDO COREA del Norte amenaza con tirar bombas nucleares contra sus enemigos, como ha hecho un par de veces en los últimos días, generalmente provoca dos tipos de reacciones a nivel mundial: se lo toma como una bravuconada intrascendente o se cae presa del pánico.

Hay buenas razones para evitar ambas reacciones: Corea del Norte tiene muchas otras formas de tomar medidas de represalia sin caer en guerras, nucleares o convencionales.

La última amenaza norcoreana se produjo el lunes, en respuesta al inicio de maniobras militares anuales entre Corea del Sur y Estados Unidos. Los norcoreanos dijeron que iban a convertir a sus enemigos en un mar de llamas y cenizas con misiles nucleares dirigidos a Corea del Sur, bases estadounidenses en el Pacífico y el mismo Estados Unidos.

Pyongyang siempre emite respuestas airadas a las maniobras surcoreano-estadounidenses, que considera ensayos para invadirla. Las de este año son las más grandes jamás realizadas y constituyen una respuesta a recientes ensayos nucleares y al lanzamientos de proyectiles de larga distancia norcoreanos. La agencia noticiosa surcoreana Yonhap, citando fuentes militares no identificadas, dijo que en las maniobras se ensayarán ataques de alta precisión contra el liderazgo norcoreano y sus arsenales militares en caso de guerra.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que las amenazas nucleares de Pyongyang son pura jactancia, un ardid propagandístico más que un indicio de una guerra inminente.

El Norte sabe que su programa atómico, bastante primitivo, no puede competir con los miles de ojivas que tiene Estados Unidos. Pyongyiang difícilmente haga algo que la exponga a una respuesta fuerte de rivales con una enorme superioridad militar, como Estados Unidos y Corea del Sur, que representaría el fin de la autocrática dinastía de Kim.

De todos modos, las fanfarronadas belicosas norcoreanas no dejan de conllevar riesgos.

Corea del Norte es tan poco comprendida en el exterior, e incluso por los analistas surcoreanos, que sus amenazas aumentan las tensiones en una península coreana ya de por sí nerviosa. La ansiedad general hace que los militares de las dos Coreas refuercen sus posiciones y que aumenten las posibilidades de que un error de juicio del joven líder norcoreano Kim Jong Un dé lugar a una escalada de violencia en caso de que surja alguna escaramuza. Corea del Sur ha dicho que responderá con dureza a cualquier ataque norcoreano.

Analistas surcoreanos creen que Corea del Norte, después de hacer amenazas nucleares, incurrirá en algún tipo de provocación de bajo nivel. La semana pasada lanzó proyectiles de corto alcance horas después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobara nuevas sanciones y podría disparar más misiles u otros proyectiles hacia el mar en una muestra de fuerza. También podría lanzar un ciberataque, algo que ya ha hecho en el pasado, según Corea del Sur.

En lugar de confrontaciones militares tradicionales, en las que está en desventaja, el Norte prefiere ataques encubiertos, sorpresivos, a los que el Sur no puede responder de inmediato. En el 2010 se dijo que Corea del Norte disparó un torpedo a un barco de guerra de Corea del Sur y bombardeó una isla surcoreana matando a 50 surcoreanos. El hundimiento del barco se produjo en momentos en que surcoreanos y estadounidenses llevaban a cabo sus periódicas maniobras militares.

Corea del Norte niega haber torpedeado el buque surcoreano, pero admite haber bombardeado la isla de Yeopyeong, en su primer ataque a una zona civil de Corea del Sur desde el fin de la Guerra Coreana de 1950-53.

La tenacidad del Norte es otra razón por la que sus amenazas no pueden ser desestimadas.

El status exacto del programa de armas nucleares de los norcoreanos es un misterio, aunque el consenso general en el exterior es que Corea del Norte todavía no tiene la tecnología necesaria para construir misiles nucleares que puedan alcanzar territorio estadounidense.

Pero luego de realizar cuatro ensayos a partir del 2006, se estima que cuenta con un puñado de rudimentarias bombas nucleares. Algunos analistas consideran que podría instalar ojivas nucleares en algunos misiles de corto alcance. Además, hay otras formas de usar armas nucleares, como aviones.

El país, uno de los más pobres del mundo, ha lanzado exitosamente satélites en dos ocasiones, en maniobras que algunos consideraron ensayos encubiertos de tecnología prohibida usada en el fallido lanzamiento de misiles de largo alcance. Los militares surcoreanos estiman que el Norte no cuenta con vehículos para que una ojiva regrese a salvo a la atmósfera terrestre, algo que no puede ser probado en los lanzamientos de satélites.

Algunos analistas, no obstante, creen que tarde o temprano Corea del Norte conseguirá misiles balísticos intercontinentales confiables porque sus científicos siguen trabajando en el desarrollo de aparatos atómicos y mejorando el diseño y la tecnología de sus cohetes.

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