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Jair Bolsonaro, a seis días de una victoria inimaginable
No hace muchos meses, el asalto al poder del candidato ni siquiera era pensado por la mayoría de los electores.
Rio de Janeiro. La ola ultraconservadora que se extiende por el mundo arrollará el próximo domingo a Brasil, donde Jair Bolsonaro debe infligir, salvo un vuelco espectacular, una derrota histórica al candidato de izquierda Fernando Haddad.
La llegada al poder de Bolsonaro, de 63 años, asestaría un golpe letal al Partido de los Trabajadores, después del impeachment de la presidenta Dilma Rousseff en el 2016 y del encarcelamiento de su líder fundador, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años de cárcel por corrupción.
La victoria de Bolsonaro, que en sus 27 años como diputado se destacó por sus insultos a mujeres, negros y homosexuales y por su defensa de la dictadura militar (1964-1985), parecía impensable hace unos meses.
Pero el excapitán del Ejército, con propuestas como la de flexibilizar el porte de armas y sus denuncias contra la corrupción, se afirmó como única alternativa ante una población hastiada de la violencia y los escándalos.
En un país donde casi 64,000 personas fueron asesinadas en el 2017, Bolsonaro estuvo a punto de convertirse en una víctima más el 6 de septiembre, cuando un exmilitante de izquierda le asestó una puñalada en el abdomen durante un mitin electoral.
El atentado lo humanizó a ojos de muchos electores y la convalecencia le dio un argumento suplementario para ausentarse de los debates televisivos, a los que ya era reticente.
Avance imparable
La prédica de Bolsonaro permeó en todos los sectores, gracias al hábil manejo de las redes sociales.
Según el diario Folha de S.Paulo, varias empresas financiaron ilegalmente su candidatura, comprando miles de paquetes de mensajes de WhatsApp para hacer campaña a su favor y difamar a su adversario.
El mercado acabó por darle su apoyo, tras el derretimiento de candidaturas de centroderecha más “presentables”.
La adhesión se volvió entusiasta cuando Bolsonaro anunció que su ministro de Hacienda sería Paulo Guedes, partidario de privatizaciones masivas para reducir la deuda pública y relanzar la actividad, después de dos años de recesión y otros dos de débil crecimiento.
De acuerdo al presidente del Partido Social Liberal, Gustavo Bebianno, Bolsonaro también quiere al juez del Lava Jato, Sergio Moro, en la Corte Suprema, en caso de que gane los comicios y tenga que proponer un nombre para cubrir una vacante en el tribunal.
Las redes, clave para la polarización
Río de Janeiro. Resumidos en cinco preguntas, éstos son los temas principales del balotaje que enfrentará el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad:
—¿Será elegido el candidato ultraderechista?
Los últimos sondeos de las encuestadoras Ibope y Datafolha predicen una victoria muy cómoda del diputado del Partido Social Liberal Bolsonaro, con 59% de apoyos frente a 41% de Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT).
—¿Puede el partido de Lula volver al poder?
Parece extremadamente improbable que el PT gane una quinta elección presidencial consecutiva.
—¿Por qué se dice que es una campaña inédita?
Lula, quien era el gran favorito a pesar de estar encarcelado por corrupción desde abril, finalmente fue expulsado de la carrera presidencial el 1º de septiembre, después de meses de giros políticos y judiciales.
Además, Bolsonaro estuvo a punto de morir luego de ser apuñalado en el abdomen el 6 de septiembre durante un mitin.
—¿Cuál ha sido el impacto de las redes sociales en la elección?
Enorme. Las informaciones falsas han arrasado en las redes sociales. Bolsonaro ha llevado a cabo la mayor parte de su campaña en Facebook, Instagram y Twitter, donde tiene más de 14 millones de seguidores.
—¿Qué actitud se puede esperar de los mercados tras la segunda vuelta?
Bolsonaro ya nombró a su “superministro de Economía”, Paulo Guedes, un Chicago boy ultraliberal, que tranquiliza a los inversores.
Los mercados están a la expectativa de la rápida implementación de una serie de reformas.
Pero esperarán hasta que Bolsonaro muestre su compromiso con las reformas de pensiones y la tributaria.
Hartmann: al PT le faltó autocrítica
Rio de Janeiro. Ivar Hartmann, profesor de derecho público en la Fundación Getulio Vargas de Rio de Janeiro, atribuye el irresistible ascenso de Jair Bolsonaro a dos factores: el impacto de la operación anticorrupción Lava Jato y “la falta de autocrítica del PT”.
Lava Jato, como Mani Pulite en Italia, fue “una operación exitosa para debilitar a una gran parte de la clase política corrupta, pero acabó creando un vacío llenado por populistas”, expone Ivar Hartmann, en referencia a Silvio Berlusconi.
El PT, con muchos de sus líderes históricos en primera línea de las acusaciones, “podría haberse desvinculado de esos elementos y seguir adelante, renovarse”, dice Hartmann. En ese caso, “no estaría llegando tan debilitado” a estas elecciones.
El académico estima que Bolsonaro representa “una amenaza” para la democracia.
“Para Bolsonaro, quienes cometieron un crimen dejan de merecer el reconocimiento de sus derechos constitucionales”, explica Hartmann y agrega: “Así empezó el nazismo”.
“Creo que, si la Constitución sobrevive a una Presidencia de Bolsonaro, podrá sobrevivir a cualquier cosa”, concluye con humor.
Otro Brasil, otro mundo
Si Bolsonaro es elegido presidente de Brasil, esta potencia regional de 209 millones de habitantes se sumaría a una corriente de dirigentes ultranacionalistas que llegaron al poder por las urnas cuestionando la globalización y los derechos cívicos.
Una marejada que abarca desde Filipinas a Estados Unidos, pasando por Turquía, Rusia, Polonia, Hungría o Italia.
“¡Brasil también cambia! ¡La izquierda derrotada, soplan nuevos vientos!”, tuiteó el vice primer ministro ultraderechista de Italia, Matteo Salvini, después de la primera vuelta.
Bolsonaro mostró posiciones próximas a las del estadounidense Donald Trump, al avocar el traslado a Jerusalén de la embajada brasileña en Israel y colocando al gobierno socialista venezolano en el foco de sus críticas.