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La chispa de Sotomayor llega a la Corte Suprema de EU
Por más que en la Corte lo que cuenta son las leyes, las personalidades de sus integrantes también son importantes, pero aún falta ver cuanto pesará la Sonia Sotomayor.
Washington.- El juez David Souter nunca bailó salsa en público. John Paul Stevens no canta en los bares. Y el presidente de la Corte Suprema de justicia de EU jamás hizo un primer lanzamiento en el estadio de los Yanquis.
Pero esa era la corte de antes. La nueva integrante del tribunal supremo, Sonia Sotomayor, ha hecho las tres cosas desde que reemplazó a Souter hace dos meses.
Por más que en la Corte lo que cuenta son las leyes, las personalidades de sus integrantes también son importantes. Y en el tribunal que inició sus sesiones este 5 de octubre, resta por verse qué impacto tendrá la exuberante personalidad de Sotomayor en el resto de sus integrantes.
Es como cuando uno es pequeño y llega un nuevo alumno a la clase , expresó Stephen Wermiel, profesor de leyes en la American University. Siempre hay una cierta expectativa porque uno no sabe cómo va a cambiar la dinámica .
Factor Sotomayor
Parece poco probable que Sotomayor afecte el desenlace o altere los términos de las discusiones en torno a dos de los temas más importantes con que lidiará el tribunal: los aportes económicos a las campañas políticas y una demanda en la que se pide se levanten las restricciones a la venta de armas en Chicago.
En ambos casos, las mayorías conservadoras que primaron hasta ahora se mantienen sólidas.
Sotomayor probablemente vote con el ala liberal disidente, a favor de la restricción a la venta de armas y de un control más estricto de los aportes a las campañas políticas, como hizo Souter, quien se jubiló.
Pero habrá que ver, por ejemplo, si la primera hispana que llega a la Corte Suprema, quien fue fiscal en el pasado, adopta una línea dura en cuestiones policiales. A diferencia de sus colegas, por otra parte, Sotomayor también ha presidido juicios.
Cadena perpetua
Un tema pendiente en el ámbito penal es el de las condenas a cadena perpetua, sin derecho a libertad bajo palabra, para personas menores de 18 años. La Corte Suprema prohibió hace poco la condena a muerte de personas que cometieron los crímenes siendo menores de edad, tras lo cual surgieron demandas para que se suspendan también las sentencias de menores a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
El tribunal debe escuchar argumentos en torno a la Primera Enmienda, que protege la libertad de culto y de expresión. Hay un caso sobre la separación entre la iglesia y el estado, y otro sobre los esfuerzos de las autoridades por penar la producción de videos sobre peleas de perros y otros actos de crueldad hacia los animales.
Los propios jueces dicen que cualquier cambio en el tribunal puede tener repercusiones.
Es un cuerpo nuevo. Cuando yo tenía que lidiar con jurados durante un juicio, si uno de los 12 jurados era reemplazado por cualquier razón se generaba una nueva dinámica. Aquí pasa lo mismo.
Sotomayor es la tercera jueza que se incorpora al tribunal en los últimos tres años. En el 2005 llegó Roberts y en el 2006 Samuel Alito. Ambos fueron nombrados por el presidente George W. Bush. Sotomayor fue designada por su sucesor Barack Obama.
Por el momento, en los casos con trasfondo ideológico los conservadores mandan, con Roberts, Alito, Antonin Scalia, Clarence Thomas y Kennedy, un comodín que generalmente vota con la derecha.
La fuerza del bloque conservador, solidificado por los nombramientos de Bush, podría hacerse sentir en el tema de los aportes a las campañas políticas y es posible que se ponga fin a décadas en las que dominó la tendencia a reducir las contribuciones que pueden hacer empresas y sindicatos.
Será una prueba de fuego para Roberts y los conservadores. Se les está pidiendo que aprueben reformas profundas , comentó Doug Kendall, del Constitutional Accountability Center, organismo de tendencia liberal que sigue de cerca el trabajo de la Corte Suprema.
Pronto podría haber nuevos cambios en el tribunal. John Paul Stevens cumplirá 90 años en abril y es previsible que se jubile en cualquier momento.
Ruth Bader Ginsburg, de 76 años, se sometió hace poco a una operación de un cáncer de páncreas. Ella se propone seguir en el tribunal, pero habrá que ver si su salud se lo permite.
Si alguno de ellos se va, Obama podría nombrar nuevos jueces, aunque sin alterar el equilibrio de fuerzas, ya que ambos son liberales. Ninguno de los jueces conservadores planea jubilarse a corto plazo.