La forma en la que los conservadores tratarán de matar la reforma migratoria de EU

Los principales líderes republicanos que abogan por una reforma migratoria real están todos adentro. Ya no hay cobertura de las dudas de Marco Rubio. La sensación de que no hay vuelta atrás es inequívoca. Y con los miembros del Congreso en receso esta semana, los enemigos conservadores de la reforma se están preparando para su última batalla.

Con el compromiso presentado por la Banda de los Ocho del Senado, los republicanos en el Comité Judicial de la Cámara ya han dado indicios de que van a introducir una reforma migratoria en pedazos. El propósito aparente de esta estrategia legislativa es moverse lentamente, para que sea más fácil ganarle eventualmente a los conservadores de la Cámara de Representantes y lograr que apoyen un camino hacia la ciudadanía.

Pero aún no está claro cómo es que la ciudadanía entraría en ese enfoque fragmentario o por qué impulsar partes de la reforma haría más probable que los que se oponen a ésta llegarían a hacerlo. De hecho, la estrategia podría estar diseñada para sabotear la reforma, en lugar de hacer que sea más probable su aprobación. La junta editorial de The Washington Post explicó el plan de juego original:

Esta estrategia le da a los conservadores la oportunidad de decir que apoyaban una reforma migratoria antes de que estuvieran en contra de ella. Pueden votar por proyectos de ley que reforzarían la seguridad fronteriza, que proporcionarían una fuente estable de trabajadores agrícolas inmigrantes y que expandirían un programa para que las empresas puedan verificar el estatus migratorio de sus empleados. Entonces, al denunciar amnistía, pueden derribar medidas que extenderían el estatus legal y eventualmente, la ciudadanía para la mayoría de los indocumentados.

Como el editorial lo menciona, los opositores de la reforma cuentan con descarrilar la medida con una estrategia de retraso y desmembramiento .

Y por eso es que los comentarios de John McCain la semana pasada fueron tan importantes. McCain afirmó rotundamente que la reforma migratoria sin el camino a la ciudadanía era un fracaso anunciado. No hay forma de conseguir que esto se logre sin darle a la gente un camino a la ciudadanía , expuso, y agregó que el estatus jurídico de la subciudadanía favorecido por algunos republicanos ofende a los principios fundamentales de la equidad en nuestra sociedad .

En otras palabras, todo esto recae en los republicanos de la Cámara. Pueden hacer todas las artimañas legislativas que quieran, pero si la reforma fracasa, será por una sencilla razón: los republicanos de la Cámara no pudieron adoptar la ciudadanía. Nada menos que la ciudadanía sirve. Y, por cierto, no hay peor salida política para los republicanos -y sus esfuerzos para comenzar a reparar las relaciones con los latinos- que los republicanos extremistas en la Cámara maten la reforma migratoria.

Aquí hay otra cosa para tener en mente: ¿Acaso el esfuerzo de sabotear la reforma realmente será tan temible como se anuncia? Aún se escucha a los ejércitos de presentadores de radio inducir un frenesí a sus radioescuchas. Pero no sería de extrañar que los principales comentaristas al servicio de la derecha den tiempo aire a la oposición contra la reforma, mientras que en silencio aceptan que ésta tiene que suceder. Y los números dentro de las filas de la base republicana están generando intensa presión sobre los legisladores para que la reforma ocurra, para el bien del partido a largo plazo. Muchos funcionarios del Partido Republicano claramente quieren que la reforma ocurra. Así que hay que mantener un ojo en qué tan profundo se extiende la oposición. Podría terminar por demostrar que es menos profunda de lo esperado. Lo que sería un buen augurio para las perspectivas de la reforma.