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Libios rechazan nombramiento de jefe de Estado Mayor
Ex rebeldes de Libia se opusieron al nombramiento de Yusef al Mangush como jefe de Estado Mayor y señalaron al CNT de ignorar a sus candidatos.
Trípoli. Una coalición de brigadas de ex rebeldes rechazó la nominación del jefe de Estado Mayor del futuro ejército libio, y acusó al Consejo Nacional de Transición (CNT) de haber ignorado a sus candidatos al cargo.
"Rechazamos a toda persona que no figure en la lista de los candidatos presentada por los thowars (los ex rebeldes) , declaró Bahlul Asid, uno de los miembros fundadores de la Coalición de Thowar de Libia, organización que agrupa a facciones de varias regiones.
El martes, el actual viceministro de Defensa libio, el ex coronel del ejército Yusef al Mangush, fue nombrado jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas libias, indicaron a la AFP miembros del CNT, órgano que dirige Libia. Al mismo tiempo, Yusef al Mangush fue ascendido a general.
Milicias podrían arrastrar a guerra civil
Libia se arriesga a caer en una guerra civil a menos que se controle a las milicias rivales que llenaron el vacío dejado por el derrocamiento de Muammar Gaddafi, dijo el líder del Gobierno interino tras un estallido de violencia en la capital.
Mustafa Abdel Jalil, presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), emitió una dura advertencia en respuesta a un tiroteo entre milicias en una de las calles más concurridas de Trípoli, donde murieron cuatro combatientes.
Más de dos meses después de que los combatientes rebeldes capturaran y mataran al ex dictador, los nuevos gobernantes de Libia siguen intentando ejercer su autoridad mientras los líderes de las milicias rivales se niegan a ceder el control de sus tropas y entregar sus armas.
"Estamos ahora entre dos amargas opciones", dijo Abdel Jalil en una reunión en la ciudad oriental de Bengasi.
"Lidiamos con estas violaciones (enfrentamientos entre milicias) y ponemos a los libios en una confrontación militar que no aceptamos, o nos dividimos y habrá guerra civil", agregó.
Las milicias, procedentes de decenas de diferentes pueblos y grupos ideológicos, encabezaron la batalla de nueve meses, apoyada por ataques aéreos de la OTAN, para poner fin a los 42 años de mandato de Gaddafi. Ahora, sin embargo, no están dispuestas a disolverse ni a deponer las armas.
El CNT comenzó los pasos para crear un ejército en pleno funcionamiento y una fuerza policial que se encargará de la tarea de la seguridad en Libia. Abdel Jalil reconoció que los avances han sido demasiado lentos.
"No tenemos seguridad debido a que los combatientes no han depuesto sus armas a pesar de las opciones que se les han dado para hacerlo a través de concejos locales", explicó. "La respuesta ha sido débil hasta ahora, la gente sigue aferrándose a las armas", añadió.