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Geopolítica

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Marruecos declara tres días de luto tras sismo que ha causado más de 1,000 muertos

El sismo ocurrió poco después de las 23:00 horas en la zona de Ighil, en el Alto Atlas. Fue el más mortífero de Marruecos desde 1960.

Foto: AFP.

Foto: AFP.

Marruecos declaró este sábado tres días de luto nacional después del fuerte terremoto que sacudió el país durante la madrugada del viernes al sábado y el cual provocó más de 1,000 muertos y centenares de heridos.

"Hemos decidido un duelo nacional de tres días, con banderas a media asta en todos los edificios públicos", indicó la casa real en un comunicado, publicado por la agencia marroquí MAP, tras una reunión presidida por el rey Mohamed VI.

El sismo golpeó las montañas del Alto Atlas marroquí a última hora de la noche del viernes, destruyendo edificios y casas en aldeas en las montañas, donde los socorristas buscan sobrevivientes entre los escombros.

El Ministerio del Interior informó de que 1,037 personas habían muerto y otras 672 habían resultado heridas por el sismo, de magnitud 6.8 y epicentro a unos 72 kilómetros al suroeste de Marrakech, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

En el pueblo de Amizmiz, cerca del epicentro, los equipos de rescate recogían escombros con sus propias manos. La mampostería caída llenaba las estrechas calles. En el exterior de un hospital, una decena de cadáveres yacían cubiertos con mantas y acompañados por sus familiares.

"Cuando sentí que la tierra temblaba bajo mis pies y la casa se inclinaba, corrí a sacar a mis hijos. Pero mis vecinos no pudieron", dijo Mohamed Azaw. "Desgraciadamente no se ha encontrado a nadie vivo de esa familia. Encontraron muertos al padre y al hijo, y siguen buscando a la madre y a la hija".

Los equipos de rescate se encontraban sobre los suelos destrozados de un edificio de Amizmiz, con trozos de alfombra y muebles sobresaliendo de los escombros.

Había una larga cola ante la única tienda abierta mientras la gente buscaba provisiones. Para subrayar las dificultades a las que se enfrentan los equipos de rescate, las rocas caídas bloqueaban la carretera que une Amizmiz con un pueblo cercano.

Unos 20 hombres, entre bomberos y soldados en uniforme de faena, estaban encima de las ruinas de una casa de Amizmiz intendando retirar los escombros; trozos de alfombra y muebles sobresalían de los huecos entre los suelos de hormigón.

En Marrakech, donde se han confirmado 13 muertes, los residentes pasaron la noche a la intemperie, temerosos de volver a casa, el minarete de una mezquita cayó en la plaza Jemaa al-Fna, el corazón del casco antiguo, que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.

"Todo es por la voluntad de Dios, pero hemos sufrido grandes daños", dijo Miloud Skrout, un residente.

Unas 150 personas, en especial familiares de los heridos, esperaban a las puertas de un hospital local. La mayoría procedían de zonas montañosas de las afueras de la ciudad, ya que los locales carecen de capacidad para tratar heridos graves.

"Todavía no puedo dormir en casa por la conmoción y también porque el casco antiguo está formado por casas viejas. Si se cae una, se derrumban las demás", dijo Jaouhari Mohamed, un residente, que describió escenas desesperadas mientras la gente huía en busca de refugio.

La televisión local mostró imágenes de escombros sobre autos destrozados.

El Ministerio del Interior instó a la calma y dijo en un comunicado televisado que el sismo había sacudido las provincias de Al Haouz, Ouarzazate, Marrakech, Azilal, Chichaoua y Taroudant.

Montasir Itri, residente de la aldea montañosa de Asni, cerca del epicentro, dijo que la mayoría de las casas habían sufrido daños. "Nuestros vecinos están bajo los escombros y la gente está trabajando duro para rescatarlos utilizando los medios disponibles en el pueblo", dijo.

Más al oeste, cerca de Taroudant, el profesor Hamid Afkar dijo que había huido de su casa y que sintió las réplicas. "La tierra tembló durante unos 20 segundos. Las puertas se abrieron y cerraron solas cuando bajé corriendo desde el segundo piso", dijo.

Según el Centro Geofísico de Marruecos, el sismo ocurrió poco después de las 23:00 horas (22:00 horas GMT) en la zona de Ighil, en el Alto Atlas. Fue el más mortífero de Marruecos desde 1960, cuando se calcula que un temblor mató al menos a 12,000 personas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

Ighil, una zona montañosa con pequeños pueblos agrícolas, está a unos 70 kilómetros al suroeste de Marrakech.

La televisión española RTVE informó de que se sintieron temblores en Huelva y Jaén, en la región española de Andalucía.

Naciones Unidas está dispuesta a ayudar al Gobierno marroquí en "sus esfuerzos para asistir a la población afectada", dijo el portavoz de la ONU Stephane Dujarric en un comunicado.

Gobiernos de todo el mundo expresaron su solidaridad y ofrecieron ayuda.

Marrakech acogerá a principios de octubre las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Daños en Marrakech

En Marrakech, algunas casas del apretado casco antiguo se habían derrumbado y la gente trabajaba sin descanso para retirar los escombros a mano mientras esperaban la llegada de equipos pesados, dijo el residente Id Waaziz Hassan.

Imágenes de la muralla medieval de la ciudad mostraban grandes grietas en una sección y partes caídas, con escombros esparcidos por la calle.

Otro residente de Marrakech, Brahim Himmi, dijo que vio ambulancias saliendo del casco antiguo y muchas fachadas de edificios dañadas. Dijo que la gente estaba asustada y se quedaba fuera por si se producía otro terremoto.

"La lámpara de araña se cayó del techo y salí corriendo. Sigo en la calle con mis hijos y tenemos miedo", dijo Houda Hafsi, de 43 años, en Marrakech.

Otra mujer, Dalila Fahem, dijo que había grietas en su casa y daños en los muebles. "Afortunadamente, aún no me había ido a dormir", dijo.

Los habitantes de la capital, Rabat, a unos 350 kilómetros al norte de Ighil, y de la ciudad costera de Imsouane, a unos 180 kilómetros al oeste, también huyeron de sus casas por temor a un sismo más fuerte, según testigos de Reuters.

En Casablanca, a unos 250 kilómetros al norte de Ighil, la gente que pasó la noche en la calle estaba demasiado asustada para volver a sus casas.

Los vídeos compartidos en las redes sociales de los momentos inmediatamente posteriores al sismo, que Reuters no ha podido verificar de momento, mostraban a personas que salían corriendo temerosas de un centro comercial, restaurantes y edificios de apartamentos y se congregaban en el exterior.

 

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