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Geopolítica

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Mauricio Macri inaugura WEF y enfrenta un paro nacional en el mismo día

La huelga de 24 horas reclama contra los despidos, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo en una economía en recesión, aunque el gobierno asegura que "ya arrancó" pese a que aún es imperceptible para la clase media y trabajadora.

El presidente Mauricio Macri inauguró este jueves en Buenos Aires un Foro Económico Mundial dedicado a América Latina, en una jornada de huelga general que dejó a Argentina sin vuelos ni transporte público en protesta a las políticas económicas de su gobierno.

"Qué bueno que estemos acá, trabajando", lanzó Macri al instalar el Foro Económico Mundial para América Latina en un hotel de la exclusiva zona de Puerto Madero, protegida por un extendido despliegue de policía militar.

Al margen de ese perímetro que convocó políticos, empresarios y economistas, Argentina está virtualmente paralizada, sin vuelos nacionales ni internacionales y sin ningún medio de transporte público circulando.

Tampoco funciona la banca ni las escuelas y hay cortes de calles.

Pablo Micheli, titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) dijo al mediodía que el paro tiene un acatamiento del 90 por ciento.

La huelga de 24 horas reclama contra los despidos, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo en una economía en recesión, aunque el gobierno asegura que "ya arrancó" pese a que aún es imperceptible para la clase media y trabajadora.

Ante este foro bautizado por la prensa como "Mini Davos", Macri hizo una defensa de sus políticas. "Queda claro que lo que comenzó hace 15 meses en nuestro país es mucho más profundo que un cambio económico", dijo en referencia a su llegada al poder en diciembre del 2015.

El presidente resaltó la salida de Argentina del default, la liberación del tipo de cambio y dijo que "bajó la inflación", en una charla con Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial (WEF), artífice del cónclave anual que se realiza en la estación de invierno de Davos, en Suiza.

Como en domingo

Con una ciudad a ritmo de feriado, con pequeños comercios abiertos, poca gente en la calle e intenso tráfico de ciclistas, la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) y la CTA calificaron de "contundente" la adhesión al paro, en ruedas de prensa separadas de sus dirigentes.

El propio ministro del Trabajo, Jorge Triaca, reconoció que "el paro tiene una alta adhesión" pero criticó a los sindicalistas acusándolos de actuar con motivaciones políticas, a seis meses de las elecciones legislativas de octubre.

El sindicalista Pablo Moyano, de la CGT, retó al ministro a convocar cuanto antes una mesa de diálogo. "En vez de salir a criticarnos, Jorge Triaca debería salir a llamar a una reunión en serio para dar una respuesta a los trabajadores", advirtió.

Seis manifestantes fueron detenidos y cinco heridos en incidentes con la policía durante protestas en uno de los accesos a Buenos Aires, informó un último reporte policial que revisó a la baja el número de detenidos.

Hugo Yasky, secretario general de la CTA, criticó los operativos antimotines. "Hay una decisión de instalar la imagen de represión para desplazar la imagen de calles vacías", dijo.

El gobierno advirtió que no permitiría el bloqueo de vías públicas. "Si no quieren irse por las buenas, vamos a iniciar el protocolo de acción", advirtió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Reclamos

La vicepresidente Gabriela Michetti consideró la huelga general "una medida extrema que le sale mil millones de dólares al país".

Argentina sigue en recesión. La economía se desplomó 2.3% en el primer año de gobierno de Macri y sólo en enero hubo una tibia recuperación.

La pobreza aumentó y alcanza a 32.9% de los argentinos, según un estudio de la Universidad Católica que casi coincide con estadísticas oficiales. Las inversiones cayeron 5.5 por ciento. La producción industrial lleva 13 meses de caída.

La huelga es el corolario de masivas marchas en marzo organizadas por sindicatos, estudiantes, docentes, organizaciones de derechos humanos y opositores descontentos con el rumbo económico y social del país.

La inflación, que según consultoras llegó a 40% en el 2016, evaporó el poder adquisitivo del salario.

Estimaciones privadas sitúan en 21% la inflación para este año, mientras el gobierno insiste que será de 17% y busca imponer ese tope a reajustes salariales.

Los gremios lo rechazan y reclaman una recomposición en negociaciones libres con las empresas, como lo marca la ley.

Los despidos alcanzan a 250,000 en la economía formal, pero se estima que se multiplican por miles en una economía con el 40% de trabajo no registrado.

La industria y la construcción, principales pilares del empleo, cayeron en febrero 6% y 3.4% respectivamente.

La lluvia de inversiones que prometió Macri al asumir la presidencia en diciembre del 2015 sigue sin producirse.

Macri endureció su postura hacia los sindicalistas, a quienes llamó "mafiosos" luego que el sábado decenas de miles de personas sorprendieron con una concentración inédita para expresarle apoyo a su gobierno.

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