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México: caen capos, pero la guerra sigue
Apoyado por tecnología e inteligencia de Estados Unidos, el gobierno mexicano ha golpeado al cártel de drogas conocido como La Familia Michoacana con más fuerza que a cualquier otra organización criminal en el país.
Apatzingán. Apoyado por tecnología e inteligencia de Estados Unidos, incluyendo vuelos teledirigidos y sofisticados programas para interceptar llamadas inalámbricas, el gobierno mexicano ha golpeado al cártel de drogas conocido como La Familia Michoacana con más fuerza que a cualquier otra organización criminal en el país.
Ahora, por primera vez, los funcionarios afirman que dicho cártel está al borde del colapso.
Aunque el gobierno perciba que la victoria está a la vista, la realidad en las zonas agrícolas y montañosas del estado de Michoacán se siente muy distinta. Muchos residentes dicen que poco ha cambiado. Su estado se sigue pareciendo a un territorio ocupado. Tres jefes de la policía municipal han sido ejecutados este año, el más reciente hace tres semanas. Hace unos días, el Ejército y los narcos iluminaron el cielo nocturno en uno de sus enfrentamientos, dejando cuatro muertos. El miércoles, se encontraron los cuerpos de otros cuatro ejecutados.
El presidente Felipe Calderón, cuyo mandato de seis años expira en 18 meses, está ansioso por demostrar que su estrategia de desplazar miles de soldados y policías a combatir a los narcos está dando resultados y que su gobierno puede controlar la tormenta de violencia grotesca que ha dejado más de 35,000 muertos y que amenaza la estabilidad del país.
En diciembre, cuando agentes de México y EU interceptaron mensajes sobre una fiesta en un rancho cercano a la que asistirían los capos y cientos de sus seguidores, las autoridades dieron la orden: capturar o matar.
Lo que siguió fue el ataque más agresivo en los cuatro años de la guerra de México contra el narcotráfico. A lo largo de dos días, 800 agentes federales en helicópteros y vehículos blindados se enfrentaron a los narcos en campos de cultivo y caminos rurales, mientras la gente se encerraba en sus casas. Al final, cayó el fundador de La Familia, Nazario Moreno González, principal proveedor de metanfetaminas a EU.
La realidad, según los testimonios, es que cárteles como La Familia, que fue presuntamente sustituido en Michoacán por Los Caballeros Templarios, son tan poderosos que en el momento en que uno de sus líderes es capturado, ya tienen un remplazo.
Para Calderón, el principal problema es que no se ha podido reformar el sistema judicial, sanear las policías, frenar el lavado de dinero, construir mejores cárceles y encontrar alternativas para los jóvenes que son reclutados por el crimen organizado.