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Musulmanes endurecen boicot a productos franceses
El presidente turco Tayyip Erdogan azuza a no comprar productos galos después de que Emmanuel Macron ordenara el cierre de una mezquita cerca de París.
París/Ankara. El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, pidió el día de ayer 26 de octubre, a sus compatriotas que dejen de comprar productos franceses, en la última expresión de ira del mundo islámico por las imágenes exhibidas en Francia del profeta Mahoma, algo considerado blasfemo por algunos musulmanes.
En Bangladesh, manifestantes mostraron pancartas con caricaturas del presidente francés, Emmanuel Macron, y las palabras: “Macron es el enemigo de la paz”, mientras que Pakistán convocó al embajador francés en Islamabad para presentar una protesta.
Erdogan, que tiene una historia de complicadas relaciones con Macron, dijo que Francia busca una agenda antiislámica. “Pido a todos mis ciudadanos desde aquí que nunca ayuden a marcas francesas ni las compren”, afirmó.
El líder turco se unió así a un coro de voces en varias partes que pidió el boicot. En la ciudad de Kuwait, un supermercado vació sus estanterías de cosméticos de L’Oreal después de que la cooperativa a la que pertenece decidió dejar de almacenar productos franceses.
En Arabia Saudita, los llamados a un boicot a la cadena de supermercados francesa Carrefour marcaban tendencia en las redes sociales. Y se han llevado a cabo protestas en Irak, Turquía y la Franja de Gaza.
Aunque el impacto comercial inmediato de los llamados al boicot es difícil de evaluar, los negocios franceses operan en mercados de mayoría musulmana en todo el mundo.
El fin de semana, Erdogan cuestionó el estado de salud mental de Macron, lo que llevó a París a llamar a consultas a su embajador en Ankara. “¿Qué problema tiene esta persona llamada Macron con los musulmanes y el Islam? Macron necesita tratamiento a nivel mental”, dijo en un discurso el sábado.
La polémica se remonta a la decapitación el 16 de octubre al exterior de un colegio francés del profesor de 47 años Samuel Paty a manos de un joven de 18 años de origen checheno. El maestro había mostrado a sus alumnos caricaturas de Mahoma durante una clase cívica sobre libertad de expresión.
Por su parte, el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) declaró que los musulmanes no son perseguidos en Francia.
“Francia es un gran país, los ciudadanos musulmanes no son perseguidos, construyen libremente sus mezquitas y practican libremente su religión”, dijo el CFCM el lunes, que actúa como un interlocutor oficial entre el Estado y los creyentes.
En un memorial para el maestro la semana pasada, Macron dijo: “No renunciaremos a las caricaturas”, con lo que reiteró el derecho a la libertad de expresión.
El domingo, en tweets publicados tanto en árabe como en inglés, escribió: “Nunca nos rendiremos”. Sin embargo, agregó que Francia no acepta el discurso de odio y respeta todas las diferencias.
Europa defiende a Macron
La canciller de Alemania, Angela Merkel, tildó de “difamatorias” e “inaceptables” las declaraciones del presidente turco contra su homólogo francés, tras las palabras de este sobre el islam, y expresó su “solidaridad” con París.
También el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, condenó las declaraciones de Erdogan y expresó su apoyo a Macron considerando que “Las ofensas personales no ayudan a la agenda positiva que la UE quiere llevar a cabo con Turquía”.