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Peruanos intentan sortear las sombras de Venezuela, Cuba o Nicaragua
Keiko Fujimori y Pedro Castillo levantan serias dudas para el futuro del país; parte de la población no desea ser chavista.
Lima. Perú escogerá el domingo a su presidente entre un profesor socialista desconocido hasta hace poco y una candidata derechista que ha prometido indultar a su padre condenado por violar los derechos humanos, para tratar de cerrar cuatro años de tormenta política que hundió a tres gobernantes.
Pedro Castillo o Keiko Fujimori asumirán un cargo hasta ahora manchado por la corrupción, que ha salpicado a los seis últimos mandatarios electos y a la propia candidata de derecha.
La desconfianza y la decepción con los políticos campea entre gran parte de la población, cuando además la economía del país minero se ha visto gravemente afectada por uno de los brotes de coronavirus más agresivos y con la mayor tasa de mortalidad del mundo.
Castillo, un profesor de primaria sin experiencia en la gestión pública, propone un nuevo comienzo reemplazando la Constitución, pero su ventaja de apenas dos puntos porcentuales en las encuestas está dentro del margen de error en una elección que camina hacia una final de fotografía.
La candidata Fujimori, la hija mayor del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, de a poco ha recortado la distancia con Castillo, que lideraba ampliamente los sondeos tras ganar sorpresivamente la primera ronda electoral de abril..
Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, vivió una de sus peores crisis en noviembre con tres jefes de estado en una semana tras fuertes protestas que dejaron dos muertos, luego de un duro enfrentamiento entre el Congreso y el Ejecutivo.
La elección en Perú encuentra además a sus vecinos sacudidos por quejas por la desigualdad y la pobreza, que se han agravado por la pandemia.
Futuro, inestable
Colombia es desde hace más de un mes escenario de protestas contra el Gobierno que han dejado decenas de muertos, algo similar a lo que ocurrió en Chile a fines de 2019 o en Ecuador ese mismo año.
"La inestabilidad va ser signo de los próximos años, porque tenemos instituciones débiles, porque el gobierno que entre va ser débil y va a carecer de legitimidad porque entramos en un proceso de polarización", dijo la analista Giovana Peñaflor.
Los críticos de Fujimori temen el regreso de un gobierno "autoritario y corrupto" como el de su padre, mientras que Castillo suscita un miedo cerval a que encabece un gobierno "comunista o chavista" como el de Venezuela.
"Tenemos que pelear por la democracia, no queremos ser un Venezuela, no queremos ser Cuba, no queremos ser una Nicaragua, queremos mantener nuestras libertades eso es todo", dijo Roberto Ríos, un manifestante a favor de Fujimori y que participó en una de las marchas por el centro de Lima el fin de semana.