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Policía de Ecuador detiene a hombres armados que tomaron canal de TV en Guayaquil
Desde hace dos días Ecuador vive una creciente ola de violencia con policías secuestrados, fuga de capos criminales presos y ataques con explosivos que llevó al gobierno a ordenar el lunes el estado de excepción por 60 días.
La policía de Ecuador reportó la detención, hasta el momento, de 13 personas que irrumpieron armados con fusiles y granadas durante la transmisión en vivo de la televisión pública TC en Guayaquil, en una nueva arremetida del narco que sacude a Ecuador desde hace dos días.
Antes de la intervención policial, las personas armadas mostraban en la transmisión en vivo su arsenal, hasta que las luces del set se apagaron. La señal continuó transmitiendo los disparos, gritos y lamentos que se escuchaban fuera de cámara.
"No disparen por favor, no disparen", se escucha suplicar a una mujer en las imágenes televisadas, mientras otras personas sentadas en el piso se cubren el rostro.
La intimidación en directo duró unos 30 minutos y luego se observó el ingreso de policías.
Las autoridades detallaron a través de la red social X que los trabajadores de la televisora TC fueron evacuados del lugar.
Desde hace dos días Ecuador vive una creciente ola de violencia con policías secuestrados, fuga de capos criminales presos y ataques con explosivos que llevó al gobierno a ordenar el lunes el estado de excepción por 60 días.
Se trata de la primera crisis que enfrenta el presidente Daniel Noboa, tras asumir el poder en noviembre con la promesa de atacar con mano dura a los grupos narcos, vinculados a carteles colombianos y mexicanos.
El mandatario describió la arremetida como una represalia por sus acciones para "recuperar el control" oficial de las cárceles y advirtió que no negociará con "terroristas".
Noboa declaró el lunes el estado de excepción de 60 días -una herramienta usada por su predecesor con poco éxito-, permitiendo patrullas militares, incluso en las prisiones, y estableciendo un toque de queda nocturno a nivel nacional.
La medida fue una respuesta a la desaparición de Adolfo Macías, líder de la banda criminal Los Choneros, del penal donde cumplía una condena de 34 años, e incidentes de seguridad en varias cárceles, incluyendo la retención de guardias penitenciarios por parte de los presos.
(Con información de AFP y Reuters.)