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Geopolítica

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Presidente italiano busca solución a crisis política

Giorgio Napolitanointentaba este viernes hallar una salida a la parálisis política del país tras el fracaso del líder del Partido Democrático para obtener los apoyos necesarios para formar un gobierno estable.

Roma.- El presidente italiano, Giorgio Napolitano, intentaba este viernes hallar una salida a la parálisis política del país tras el fracaso del líder del Partido Democrático, Pier Luigi Bersani, para obtener los apoyos necesarios para formar un gobierno estable.

Napolitano, un veterano político de 87 años que concluirá su mandato en mayo, decidió convocar de nuevo a todas las fuerzas políticas este Viernes Santo, después de que Bersani reconociera la víspera que no logró convencer a sus rivales políticos.

El rechazo del irreverente Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo a apoyar la formación de un gobierno de izquierda liderado por Bersani que introduzca las reformas que exige su electorado, aumentó el clima de incertidumbre en la península, agobiada por la crisis económica y el aumento del desempleo (12%).

"Reiteramos que no estamos dispuestos a apoyar un gobierno liderado por un político o por un pseudo técnico propuesto por los partidos", declaró el portavoz del Movimiento 5 Estrellas en el Senado, Vito Crimi, al término de una reunión con el presidente Napolitano.

El jefe de Estado, que cuenta con un enorme prestigio, se hizo cargo en persona del atolladero político en que se encuentra Italia y se reunió primero con el líder de la derecha, el ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi, quien propuso de nuevo un gobierno de coalición nacional entre el Partido Democrático y su partido, el Pueblo de la Libertad.

"Hemos manifestado nuestra disponibilidad a formar un gobierno de coalición", declaró Berlusconi al término del encuentro.

El magnate de las comunicaciones intenta por todos los medios impedir la formación de un gobierno de izquierda apoyado por los parlamentarios "antisistema" de Grillo y sobre todo quiere pesar en la elección en abril del nuevo presidente de la República, cuyo mandato dura siete años.

Berlusconi presiona para que el próximo presidente lo favorezca ante los graves problemas judiciales que tiene y que podrían determinar su definitiva "muerte" política.

"No hemos hablado con Napolitano de candidatos a la presidencia", adelantó Berlusconi.

Según la prensa, el magnate de las comunicaciones aspira a llegar personalmente a la presidencia o a imponer una figura como Gianni Letta, su brazo derecho y consejero en la sombra de su gobierno, gracias a una base electoral sólida que según los sondeos ha crecido en los últimos días y supera el 32%.

El PD cuenta con la mayoría sólo en la Cámara de Diputados y necesita el apoyo de otra fuerza en el Senado para obtener la confianza del Parlamento necesaria para gobernar.

Bersani, desautorizado prácticamente por Napolitano, según la interpretación de varios editorialistas, no logró convencer a Grillo, ni a su patrulla de parlamentarios, y al mismo tiempo niega aliarse con la derecha de Berlusconi, con el que ha tenido duros enfrentamientos en el curso de los últimos años.

Bersani tachó de "inaceptables" las condiciones exigidas y "las prevenciones" manifestadas en los últimos cinco días de negociaciones por los partidos rivales, aunque precisó que seguirá trabajando por una salida.

Pese a que el movimiento de Beppe Grillo aboga por una serie de cambios, entre ellos la reforma de la ley electoral y el recorte drástico del costo de la política, tal como propone el PD, las dos formaciones no logran ponerse de acuerdo.

Según Stefano Folli, editorialista del diario económico Il Sole24Ore, Napolitano podría indicar una personalidad que no proviene del mundo político, una figura prestigiosa de las instituciones, neutra, que adopte una serie de medidas, como la ley de presupuestos, el recorte del costo de la política y sobre todo la reforma de la ley electoral, en el plazo máximo de 12 meses.

Numerosos nombres circulan en la prensa, entre ellos el de la actual ministra del Interior, Anna Maria Cancelliere, nombrada por el ejecutivo de transición liderado por Mario Monti, el del presidente del Tribunal Constitucional, Franco Gallo y el del actual gobernador del Banco de Italia, Fabrizio Saccomani.

"No apoyaremos un pseudo gobierno técnico que aumente impuestos y arrase empresas", advirtió el líder de la Liga Norte, Roberto Maroni, aliado histórico de Berlusconi.

La ingobernabilidad de Italia y la posibilidad de que sea de nuevo blanco de la especulación de los mercados y que se dispare la prima de riesgo, preocupan en Europa.

mac

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