Buscar
Geopolítica

Lectura 2:00 min

Roban letrero de entrada de campo de Auschwitz

Fabricada en julio de 1940 por un prisionero polaco, la inscripción de Auschwitz: "Arbeit macht frei", es de acero, mide cinco metros y tiene una particularidad: la B de la palabra Arbeit está invertida.

Varsovia.- La inscripción alemana "Arbeit macht frei" (El trabajo nos hace libres), que figuraba a la entrada del ex campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau (sur de Polonia), robada en la mañana del viernes, simboliza el cinismo sin límites de la Alemania nazi.

"Haber colocado esa inscripción en la entrada del campo de exterminio, donde la esperanza de sobrevivencia estaba reducida a nada, mostraba el cinismo atroz de los nazis", dijo a la AFP Pawel Sawicki, portavoz del museo de Auschwitz.

El eslogan vulgarizado por el pastor alemán Lorenz Diefenbach, muerto en 1886, en su libro "Arbeit Macht Frei", fue retomado por los nazis en 1930.

Al principio, los nazis lo utilizaban con fines de propaganda en la lucha contra el elevado desempleo en Alemania, pero años más tarde se convirtió en una consigna en los campos de trabajo y exterminio alemanes.

La idea de utilizarla en los campos se le atribuye al SS Theodor Eicke, uno de los responsables de la concepción y organización de las redes de campos nazis.

"Arbeit macht frei" figuraba en la entrada de los campos de Dachau, Gross-Rosen, Sachsenhausen, Theresienstadt, Flossenburg y Auschwitz, el mayor de todos los campos de exterminio.

Fabricada en julio de 1940 por un prisionero polaco, el herrero Jan Liwacz, la inscripción de Auschwitz es de acero, mide cinco metros y tiene una particularidad: la B de la palabra Arbeit está invertida.

Según una interpretación perpetuada por los sobrevivientes, la B invertida simbolizaba la insumisión y la resistencia a la opresión nazi, explicó Sawicki.

Cuando el 27 de enero de 1945 el ejército soviético liberó Auschwitz, la inscripción fue desmontada y subida a un tren para ser transportada al Este.

Sin embargo, Eugeniusz Nosal, un prisionero polaco recién liberado, la recuperó sobornando a un guardia soviético del tren con una botella de vodka.

Oculta durante dos años en la alcaldía de Oswiecim (nombre polaco de Auschwitz), la inscripción volvió a su lugar original en la entrada del campo en 1947 cuando el campo de exterminación se convirtió en un museo y un memorial.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas

Suscríbete