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Sessions califica a colusión como mentira detestable
Frente al Senado, el secretario de Justicia se niega a revelar conversaciones con el presidente.
El Fiscal General, Jeff Sessions, se negó a responder las reiteradas preguntas formuladas por un panel de senadores sobre sus conversaciones privadas con el presidente de Trump, incluyendo una muy sensible respecto al manejo de la investigación del exdirector del FBI, James Comey, en la coordinación entre la campaña de Trump y Rusia durante la carrera presidencial del 2016.
Sessions dijo que era una mentira detestable y espantosa insinuar que participó o que estuvo al tanto de alguna colusión entre Rusia y la campaña de Trump.
Por momentos, los intercambios generaron irritación entre los miembros del Comité de Inteligencia del Senado, en particular cuando Sessions comentaba que no hablaría sobre determinados temas debido a una política tradicional del Departamento de Justicia que protege las conversaciones privadas entre los secretarios del gabinete y el presidente.
No soy capaz de discutir con usted o confirmar o negar la naturaleza de las conversaciones privadas que pueda haber tenido con el presidente sobre este tema u otros , dijo Sessions.
El senador Angus King presionó a Sessions para que explicara la razón de su negativa a responder.
¿Por qué no quiso participar en la investigación sobre Rusia?
Sessions dijo que se recusó de la investigación del Departamento de Justicia sobre Rusia debido únicamente a una regulación que exige esa acción dada su participación en la campaña de Trump. Insistió en que nunca supo nada sobre la indagatoria a Rusia y que nunca se involucró en ella.
Muchos han insinuado que mi recusación se debió a que sentí que yo mismo era objeto de la investigación, que quizás hice algo malo , añadió Sessions. Pero ésta es la razón por la que me recusé: sentí que así debía hacerlo de conformidad con las reglas del Departamento de Justicia .
A pesar de las declaraciones de Sessions respecto a las razones de su recusación, el secretario de Justicia no se apartó realmente de la indagatoria sobre Rusia sino hasta el 2 de marzo, el día posterior al reporte de The Washington Post sobre sus dos reuniones previamente no reveladas con el embajador ruso, Sergey Kislyak.