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Sri Lanka no atendió alertas sobre inminentes ataques
La mala relación entre el primer ministro y el presidente del país pudo influir en la nula atención sobre las advertencias.
Colombo. Sri Lanka acusó al grupo islamista National Thowheed Jamath de estar detrás de una serie de atentados de Pascua en iglesias y hoteles, que mataron al menos a 290 personas, mientras que Estados Unidos ofreció apoyo para realizar la investigación, incluyendo el envío de personal del FBI.
El ministro de Turismo de Sri Lanka, John Amaratunga, dijo que un total de 39 extranjeros murieron y 28 resultaron heridos.
Los atentados no sólo fueron planeados por grupos locales. El ministro de Salud, Rajitha Senaratne, sostuvo que una red de terrorismo internacional posiblemente estuvo involucrada en los ataques.
En este sentido, Alan Keenan, experto en temas de Sri Lanka, dijo al diario Financial Times lo siguiente: “No estoy convencido de que esto sea algo de Sri Lanka. Creo en las dinámicas globales”. Amarath Amorosgom, del Instituto para el Diálogo Estratégico en Toronto, comentó que los ataques no son un asunto exclusivamente local: “Si fuera local los budistas hubieran sido el objetivo, pero fueron los cristianos”.
Sobre la minoría religiosa, comentó: “Los cristianos rara vez habían sido blanco de violencia (domingo). No tanto como los tamiles, frecuente blanco de la contrainteligencia del Estado, y los musulmanes”.
La posibilidad de que Al Qaeda o células del Estado Islámico hayan sido los que actuaron no se descarta.
El portavoz del gobierno de Sri Lanka comentó: “Estamos investigando una posible ayuda extranjera y sus otros vínculos, cómo forman kamikazes, cómo han producido estas bombas”.
División
Las alertas llegadas desde los servicios de inteligencia de India pudieron perderse en el camino debido a la mala relación entre el primer ministro y el presiente de Sri Lanka.
El aparato de seguridad en Sri Lanka es controlado por el presidente Maithripala Sirisena. Las relaciones entre él y el primer ministro han estado en su punto más bajo desde que el presidente Sirisena trató de destituir al primer ministro a finales del año pasado. Situación que no sucedió.