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Geopolítica

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Teníamos que parar a Saddam: Blair

El ex primer ministro británico negó haber hecho un pacto secreto de apoyo militar con George Bush si fracasaba la vía diplomática. Aseguró que se limitó a decirle: GB "estará contigo enfrentando y lidiando con la amenaza".

Londres.- El ex primer ministro Tony Blair defendió enérgicamente su polémica decisión de meter al Reino Unido en la guerra de Irak en 2003 y negó un acuerdo secreto con el presidente norteamericano George W. Bush desde un año antes para llevar a cabo la invasión.

En su comparecencia ante la comisión que investiga ese impopular conflicto que sigue dividiendo a los británicos, Blair insistió en que la razón de su apoyo a la intervención liderada por Estados Unidos fueron los continuos desafíos del presidente iraquí Saddam Hussein a las resoluciones de la ONU sobre armas de destrucción masiva (ADM) y no la voluntad de derrocar a su régimen.

"La decisión que tomé -y que francamente tomaría otra vez- fue que si hubiera alguna posibilidad de que (Saddam) pudiera desarrollar ADM deberíamos pararlo", declaró Blair, vestido con traje azul marino, camisa blanca y corbata roja.

"Cálculo de riesgo"

Blair argumentó que su "cálculo de riesgo" sobre Irak y otros países de Oriente Medio cambió tras los atentados cometidos por la red islamista Al Qaeda en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001.

Después de esos atentados, "nos dijeron que esos fanáticos religiosos utilizarían armas químicas, biológicas o nucleares si pudieran obtenerlas" y que hubieran matado "a 30,000 personas si hubieran podido", explicó.

"Esto cambió completamente nuestra evaluación de los riesgos" que planteaban países como Irak, Irán o Libia, agregó.

Blair precisó que antes del 11-S consideraba a Saddam como "una amenaza, un monstruo" al que se podía sin embargo contener, pero que luego de esa fecha había que enviarle "un mensaje absolutamente poderoso y claro (...), de que si se trataba de un régimen dedicado a las ADM, debía parar".

Interrogado sobre una reciente entrevista en la BBC en la que dijo que hubiera apoyado la invasión incluso sabiendo que el régimen de Saddam no tenía ADM, pero "con argumentos diferentes", Blair explicó que no significaba un "cambio de postura", como muchos interpretaron.

"No utilicé la palabra 'cambio de régimen' en esa entrevista", declaró. "Lo que dije fue que no se puede describir la naturaleza de la amenaza del mismo modo sabiendo lo que sabemos ahora", o sea que no había armas de destrucción masiva Irak, agregó.

El argumento era "el enfoque de las resoluciones de la ONU sobre ADM (...) Lo era entonces y lo sigue siendo", insistió el ex primer ministro, cuyo balance fue opacado por este conflicto que lo arrastró a una salida prematura del gobierno en 2007 tras diez años en el poder.

Nada de pactos con Bush

Blair negó también haber hecho una promesa secreta de apoyo militar a Bush si fracasaba la vía diplomática, como sugirieron algunos testigos previos, y aseguró que se limtó a decirle: Gran Bretaña "estará contigo enfrentando y lidiando con la amenaza" que plantea el supuesto programa de ADM de Irak.

En ese momento, se trataba de "un tema abierto e incluso estaba planteado recurrir a la ONU", declaró.

El ex primer ministro, al que la prensa llegó a calificar de "caniche" de Bush, admitió haber discutido "opciones militares" con Bush en el rancho del presidente estadounidense en Crawford en abril de ese año.

"Era obviamente una posibilidad que la acción militar pudiera ser la salida de lo que iba a suceder", dijo. "O sea que hubo una discusión general sobre la posibilidad de ir por la vía militar, pero obviamente argumentábamos que sólo si fracasaba la vía de las Naciones Unidas".

Al inaugurar la sesión, el presidente de la comisión, John Chilcot, indicó que todas las preguntas de esta jornada estarían destinadas a saber: "¿Por qué se invadió Irak?, ípor qué (se derrocó al presidente iraquí) Saddam (Hussein)? y ¿Por qué en marzo 2003?".

Blair, que seguirá testificando durante la tarde, no hizo grandes revelaciones en sus primeras cuatro horas de comparecencia y contestó con mucha seguridad a todas las preguntas de los panelistas ante un público poco numeroso formado por ciudadanos interesados elegidos por sorteo y familiares de algunos de los 179 soldados británicos fallecidos en ese conflicto.

En el exterior de la sala de audiencias, instalada en el centro de la capital británica, varios centenares de personas se manifestaron con pancartas en las que se podía leer "Bliar" (abreviación de Blair y "liar", mentiroso en inglés).

Tony Blair "debe explicar por qué engañó al Parlamento, por qué se cambiaron informaciones en el informe (...) y por qué nuestros parientes se encontraron en un conflicto cuya legalidad era muy relativa", declaró Reg Keys, que perdió a un hijo en Irak en 2003.

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