Lectura 2:00 min
Tras ataque a congresista Giffords, blindaje a los legisladores en EU
Cuando la congresista Shelley Berkley decidió llevar a cabo un evento denominado El Congreso en su esquina, este fin de semana su plan era demostrar que el miedo no había cambiado la forma en que trabaja el Congreso. Lo que demostró fue lo opuesto.
Las Vegas. Cuando la congresista Shelley Berkley decidió llevar a cabo un evento denominado El Congreso en su esquina, este fin de semana su plan era demostrar que el miedo no había cambiado la forma en que trabaja el Congreso. Lo que demostró fue lo opuesto.
El evento realizado en un céntrico edificio de oficinas consistió en una mesa plegadiza, dos banderas, 60 simpatizantes y al menos una decena de agentes de la policía local.
Espero que ésta no sea la tendencia del futuro , enfatizó la legisladora al llegar al sitio y ver a los agentes. Ella no pidió ese nivel de protección, sino que la policía de Las Vegas decidió que era necesaria. Ésta no debía ser la forma en que nos conducimos en este país , lamentó, pero la semana pasada lo fue .
El ataque a la congresista Gabrielle Giffords, una semana antes en Tucson, obligó a los poderosos en el Capitolio a enfrentar un temor muy humano: ¿qué tan riesgosa es la vida saludando a extraños?
Para los integrantes del Congreso fue una semana para tranquilizar a sus familias y redactar planes de emergencia con su personal. ¿A quién corresponde la tarea de llamar a los servicios de emergencia?, ¿debimos haber reportado tal o cual amenaza?
Inevitablemente, algunos congresistas analizan la opción de armarse. No faltó quien sugiriera que la Cámara Baja debe ser protegida con vidrio a prueba de balas. Hacia el fin de semana algunos se armaron con una sonrisa para aparecer en público. Después de todo la política es parte ilusión, pero actuar como si nada hubiera pasado resultó difícil.
Creí que era importante enviar un mensaje a mi electorado, hacerles ver que seguimos trabajando como de costumbre , manifestó Berkley, una legisladora tan aguerrida como el distrito que representa.
Aparte de la policía, escoltaba a la congresista su hijo Sam, de 25 años, quien decidió que ella también lo necesitaba. Un minero jubilado que asistió al evento de Berkley observó que de ahora en adelante los legisladores serán tan vulnerables como los soldados en Afganistán.
Históricamente, el mayor riesgo para un legislador no es la violencia, sino los viajes. Un total de 29 han muerto en accidentes aéreos, marítimos y automovilísticos, contra seis que han sido baleados.
