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Trump se hunde en pantano judicial; exabogada, culpable
Jenna Ellis se arrepiente de haber apoyado la decisión del expresidente sobre un supuesto fraude que nunca existió en Georgia.
Washington. Jenna Ellis, de 38 años, es la cuarta persona, entre los 19 acusados en el caso, que llega a un acuerdo de culpabilidad. Estas deserciones debilitan la defensa de Trump, favorito entre los republicanos para los comicios de 2024.
En un documento judicial, Ellis reconoció haber ayudado a los abogados que encabezaban el equipo, como Rudy Giuliani, a presentar documentos falsos al senado del estado de Georgia para intentar invertir el resultado de las elecciones presidenciales a favor de Trump.
"No hice bien mi trabajo", admitió en un comunicado ayer 24 de octubre, por la mañana.
Ellis dijo llorando ante el tribunal que "como abogada y como cristiana", tendría que haberse asegurado de que los hechos fueran ciertos.
"Creo en la integridad de las elecciones. Si supiera lo que sé ahora, me habría negado a representar a Donald Trump en estos procedimientos poselectorales", afirmó en un tribunal de Atlanta.
"Lo recuerdo todo con gran remordimiento", añadió.
Su acuerdo judicial le ahorra una posible pena de prisión.
Ha sido condenada a 5 años de pena en suspenso con libertad condicional, 100 horas de servicios comunitarios y al pago de 5,000 dólares.
En total, 19 acusados, incluido Trump, figuran en la acusación emitida el 14 de agosto en virtud de una ley de Georgia sobre crimen organizado invocada por la fiscal Fani Willis.
La semana pasada, los otros abogados del expresidente, Kenneth Chesebro y Sidney Powell, se declararon culpables en el caso. Trump niega que esta última haya sido su letrada.
Un primer acusado, Scott Hall, ya se declaró culpable a finales de septiembre.
“Su pitbull”
La cuarta declaración de culpabilidad se produce justo el día en el que Trump se enfrentó al testimonio de su exabogado Michael Cohen en un juicio civil en Nueva York.
Cohen se jactaba de ser su "pitbull". Este martes testificó en Nueva York contra el expresidente estadounidense en un proceso civil que amenaza su imperio inmobiliario.
Los dos hombres, que ahora se odian tenazmente, se encontraron en la abarrotada sala del Tribunal Supremo del Estado de Nueva York.
La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, acusa a Donald Trump, de 77 años, a dos de sus hijos, Eric y Donald Jr, y a dos ejecutivos de la Organización Trump, de haber sobrevaluado en varios cientos de millones de dólares sus campos de golf, residencias y rascacielos de Nueva York en la década de 2010 para obtener préstamos más ventajosos de los bancos.
"El señor Trump me encargó aumentar el valor del patrimonio, basándose en una cifra que él estableció arbitrariamente", dijo Cohen, de 57 años.
Añadió que junto a Allen Weisselberg hacía maniobras contables para que los activos tuvieran el valor que le habían pedido.