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Geopolítica

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Xi Jinping ve a China con capacidad para “moldear el mundo”

El presidente chino, figura central del XX Congreso del Partido Comunista, enfatiza sobre la influencia internacional de su país.

Opening ceremony of Chinese Communist Party Congress

Opening ceremony of Chinese Communist Party CongressREUTERS, X90176

Pekín. Se trata de la semana del encumbramiento del presidente chino Xi Jinping. Ayer amenazó con aplicar la fuerza, en caso de que se requiera, para reintegrar a Taiwán, y defendió su política de lucha contra el Covid-19 y la corrupción, en la inauguración del 20º Congreso del Partido Comunista de China (PCC), en el que debe recibir un histórico tercer mandato en el poder.

Si todo va como está previsto, el dirigente de 69 años debe ser ratificado en una semana como secretario general del PCC, preludio de su reelección el próximo año como presidente de China, y consolidarse como el líder más poderoso desde Mao Zedong.

Ovacionado a su llegada, Xi ofreció un discurso de más de una hora y media en el que alabó su gestión de la pandemia, con una restrictiva política de "cero covid" todavía vigente pese a su impacto económico.

También defendió su manejo de dos cuestiones muy delicadas para Pekín: las protestas prodemocracia y posterior represión en Hong Kong, que en su opinión pasó "del caos a la gobernanza", y las tensiones por Taiwán.

Xi denunció la interferencia de "fuerzas externas" en esta isla con un gobierno autónomo y advirtió que China "jamás renunciará al uso de la fuerza" para reunificarla.

"Intentaremos buscar la perspectiva de una reunificación pacífica con la mayor sinceridad y los mayores esfuerzos, pero no nos comprometeremos jamás a abandonar el recurso de la fuerza", aseguró.

Bajo los aplausos, Xi enfatizó igualmente que "la influencia internacional de China, su atractivo y su capacidad para moldear el mundo han aumentado significativamente".

"Cero covid"

El congreso quinquenal se lleva a cabo en el Gran Salón del Pueblo en la plaza Tiananmen de Pekín, entre fuertes medidas de seguridad y bajo un estricto protocolo de "cero covid".

El mantenimiento o no de esta política era precisamente una de las cuestiones que rodeaba el cónclave ante los estragos cotidianos y los problemas económicos causados.

Sin embargo, Xi defendió con firmeza esta estrategia que, según dijo, puso "en primer lugar a la población y sus vidas".

La fatiga empieza a hacer mella en algunos sectores, y esta semana el malestar salió a la superficie con una inusual protesta en la capital, en la que un hombre colgó dos pancartas críticas contra el presidente en un puente. En una incitaba a derrocar al "dictador traidor Xi Jinping".

En su discurso, Xi alabó también su campaña anticorrupción, considerada por algunos críticos como una herramienta para eliminar a sus rivales internos y consolidar su poder.

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