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A evitar trabas y subejercicios
No hubo cambios significativos, serán 4.4 billones de pesos, con un parche hacendario y un petróleo blindado por una reforma energética a tres cuartos; es decir, una ley general de ingresos en búsqueda de la siempre presumible cantidad histórica en beneficio de un presupuesto de egresos tendiente a mejorar al país.
No hubo cambios significativos, serán 4.4 billones de pesos, con un parche hacendario y un petróleo blindado por una reforma energética a tres cuartos; es decir, una ley general de ingresos en búsqueda de la siempre presumible cantidad histórica en beneficio de un presupuesto de egresos tendiente a mejorar al país
Precisamente en aras de crear las mejores condiciones posibles para México, y suponiendo que ése es el deseo supremo de las autoridades federales, es que como sociedad debemos estar en la mejor disposición de colaborar con lo que nos toca, responsabilizarnos por la parte impositiva y convertirnos en consumidores responsables.
La preocupación subyace en la otra cara de la moneda y que hasta hoy no ha dado muestra de eficacia que garantice la recaudación y el gasto planteados a finales del 2013, el proceso migratorio hacia modelos tecnológicos de primer mundo parece estar rebasando a la autoridad hacendaria que, haciendo gala de una curva de aprendizaje muy larga, se ha convertido en una pared para dar paso a la modernidad.
Teniendo clara la cantidad de pagadores cautivos y entidades fiscalmente responsables, dar una prórroga y no tener los elementos de respuesta técnica ad hoc al planteamiento hacendario es muestra inequívoca de la falta de sustento para modernizar el sistema recaudatorio en México.
Esperemos que para el segundo bimestre del año no haya necesidad de un escenario alterno por falta de capacidad o por irresponsabilidad de algunos miembros de la sociedad.
Una vez resuelto el problema del ingreso, a ejercer el presupuesto. Los subejercicios tanto en materia de infraestructura como en gasto redituable para la sociedad propician mayores sospechas de corrupción y centran la atención de la sociedad en los gastos de cuenta corriente, que si bien son considerables y denotan el derroche burocrático, cabría ser ejecutados siempre y cuando el resto del presupuesto, ampliamente presumido, sea ejercido conforme a lo presentado a los mexicanos.
Básicamente, que se lleve hasta el final la reforma educativa con todo el soporte que vaya a requerir y que la reforma energética vaya acompañada de una infraestructura apropiada para incentivar la inversión en el ramo, con lo que se habrá avanzado bastante en el rubro de ejecución presupuestal.
Claro, el cumplimiento en tiempo y forma en los puntos antes mencionados no exime de la responsabilidad gubernamental en la aplicación correcta del ingreso recaudado en el resto de las áreas bajo el paraguas federal.
*El mtro. Ricardo Gutiérrez es profesor del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca. ?ricardo.gtz@itesm.mx