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Analice los flujos de caja para seleccionar acciones

A la hora de analizar empresas desde el punto de vista fundamental, los analistas centrar su atención en sus ganancias contables. Sin embargo, sus flujos de caja pueden ser tanto o más importantes que éstas.

A la hora de analizar empresas desde el punto de vista fundamental, los analistas y los medios de prensa suelen centrar su atención en sus ganancias contables. Sin embargo, sus flujos de caja pueden ser tanto o más importantes ya que muestran la cantidad de dinero en efectivo que entra o sale por diferentes conceptos durante un período determinado.

En primera instancia, podría parecer similar al de estado de resultados, sin embargo, existen diferencias importantes. Su balance se registra bajo el concepto de devengado, es decir, los beneficios o pérdidas se plasman en el lapso en el que se producen, más allá de cuándo se produjo el ingreso en efectivo.

Por ejemplo, cuando una empresa realiza una venta, se registra la operación y sus beneficios correspondientes, aunque no se haya recibido el cobro por la transacción. En el estado de flujo de caja, en cambio, se verá que el dinero no ha llegado.

Por eso, analizar esta variable puede ser más importante que el balance en sí, en términos de su posición financiera, especialmente, cuando se trata de compañías con niveles de endeudamiento elevados.

Aunque esté generando buenos resultados desde el punto de vista contable, si su negocio no tiene los flujos de caja necesarios para operar con solvencia y hacer frente a sus compromisos financieros, es posible que ingrese en problemas graves de endeudamiento.

En el mismo sentido, es importante diferenciar el impacto que tienen las inversiones de capital en la empresa y, para ello, los movimientos de efectivo pueden brindar información muy valiosa.

Cuando una compañía realiza inversiones en activos físicos, como maquinaria o edificios, las normas contables requieren que sea depreciado en el tiempo. Si compra 100 millones de dólares en maquinaria y estas se deprecian totalmente en cinco años, registrará contablemente un gasto por este concepto por 20 millones de dólares anuales a lo largo de ese lustro.

Este método no solo puede prestarse a algunas inexactitudes importantes sino que, en muchos casos, puede incluso provocar confusiones sobre el verdadero estado patrimonial de una firma.

Los edificios y otras propiedades de bienes raíces muchas veces son depreciadas contablemente según las regulaciones de diferentes países. Sin embargo, su valor de mercado no necesariamente cae en el tiempo. De hecho, en contextos normales, lo más probable es que aumenten de precio.

El verdadero valor de los terrenos y edificios generalmente aumenta con el correr de los años, pero el estado de resultados tiende a registrar un costo por la tenencia de bienes raíces.

En industrias con grandes requerimientos de capital, como automotrices y aerospacial, es habitual que deban invertir permanentemente en planta y equipamiento para adaptarse a las nuevas tecnologías de producción y las demandas de los mercados.

Al analizar sus flujos de caja, puntualmente en el rubro de gastos de capital, se puede detectar en forma simple y directa que están atravesando períodos de demanda creciente por sus necesidades de inversión en activos fijos.

Mientras que sus resultados muestran una versión suavizada y estable de estas inversiones, el estado de flujos de caja refleja con claridad los desembolsos que se realizan en cada período, lo que puede ser mucho más importante cuando enfrentan presiones financieras.

Analizar los movimientos financieros de su negocio puede brindar datos muy importantes sobre la sustentabilidad de sus programas de distribución de efectivo (recompras de acciones o dividendos). Algunas empresas se endeudan para financiarlos, lo que no necesariamente es una política negativa o demasiado arriesgada. Mientras sus niveles se mantengan en límites sustentables, hacerlo puede ser una decisión acertada desde el punto de vista del costo y la rentabilidad de los fondos.

Pero no es igual cuando las distribuciones se realizan con fondos propios generados por la operatoria del negocio. Esta estrategia debe llegar a un límite tarde o temprano si se pretende preservar su solvencia financiera. En cambio, cuando se realizan con su propio dinero, pueden sostenerse e, incluso, incrementarse en forma indefinida hacia el futuro.

Ganancias y flujos de caja pueden ser conceptos muy diferentes en ocasiones. Los inversionistas que pretendan analizar en forma detallada los fundamentos de un negocio, pueden obtener datos muy valiosos al estudiar y comparar ambos rubros.

fondos@eleconomista.com.mx

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