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Argentina vs holdouts: una semana sin tregua

Bien por Argentina, bien por el acuerdo, a cruzar los dedos y que el patético y vergonzoso default de 2001 quede finalmente sepultado, aprendiendo de una vez a manejar el endeudamiento externo en forma responsable y eficiente. Salir del 2001 tan sólo ha llevado 13 años.

En la negociación con los holdouts, Argentina se juega el nivel del costo de capital de la próxima década. 10,000 millones de dólares no son nada relativo a lo que Argentina podrá ahorrarse en intereses futuros para un país que ineludiblemente necesitará financiamiento externo para recomponer su stock de capital y reservas. Probablemente la deuda argentina ya esté en un claro sendero de apreciación hacia una rápida convergencia de rendimiento de bonos en torno al 6.0-7.0%, con claros impactos en la economía real. Bien por Argentina, bien por el acuerdo. Se espera que la negociación sea rápida y exitosa y que finalmente se pueda poner detrás al trágico y vergonzoso default del 2001.

El lunes pasado se decía: ¿Y si todo sale mal?, prepárense para un día muy negro en riesgo argentino y así fue, todo se puso rápidamente -15 por ciento. Lunes, enterándonos que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazaba el caso, los ADRs se desploman, las acciones de YPF hacen mínimos en -14.39%, cerrando muy negativo en -11.93 por ciento. Miércoles a media rueda, anuncian que Argentina renegociaría con los holdouts e YPF cierra +7.49 por ciento. Sin embargo, después del cierre parecía no quedar claro si finalmente la Argentina enviaría una misión negociadora a Nueva York y el mercado se desploma en la apertura del jueves llegando a un mínimo de -5.23%, para cerrar el día casi en punto de equilibrio. Finalmente, después del discurso de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el pasado viernes 20 de junio la acción tuvo un rally fenomenal cerrando en +5.20% y otros ADRs aún mucho mejor.

Parecería quedar cada vez más claro que Argentina se aproxima a cerrar su último gran escollo para finalmente poder acceder a los mercados internacionales de deuda normalmente y sin riesgo holdouts. La sola eliminación de la incertidumbre que este fallo potencial generaba había sido un pesado ladrillo para la deuda argentina que le impidió ralear al ritmo de los ADRs en este último año. Y los mercados han sido muy rápidos en descontar este acontecimiento. A comienzos de 2014, el bono Par en dólares con vencimiento 2038 tuvo un rendimiento del 12% (precio de 36 dólares) y el viernes ya cerró en 9.5% (en 47 dólares), nivel que no alcanzaba desde agosto del 2011.

Parecería que comienza un romance entre el mercado de bonos internacional y la parte larga de la curva soberana argentina tal como se anticipó en el último año. En un mundo en donde nada rinde más de 5.0% de golpe presentar en sociedad a una Argentina que finalmente cierre su default del 2001 le da a Wall Street una chance de oro: pintar de rosa a una Argentina que hace años está pintada de negro y ese sólo cambio de color rápidamente puede llevar a la parte larga de la curva argentina a cotizar debajo del 8.0% en días no más. A lo mejor nos quedan jornadas violentamente volátiles por delante; Argentina todavía deberá negociar con los holdouts y veremos qué tan ríspido se torna ese ida y vuelta. Pero lo cierto es que la semana pasada, una vez más puso de relieve lo infinitamente relevante que es el manejo de expectativas. Con el sólo anuncio del inicio de las negociaciones el rendimiento de los bonos Par en dólares llegó a un nivel por debajo del 9.5 por ciento.

Parecería que se viene un punto de inflexión en la dinámica de la deuda argentina y el inicio de un potencial mercado alcista en renta fija soberana, tal como anticipé tantas veces en estos meses. El mundo entero encontrará más de una razón para empezar a posicionarse en deuda argentina. El mercado seguirá descontando una favorable secuencia de eventos ocurridos en 2014 que acercan a Argentina a un mundo del que nunca debió apartarse:

  • 1. Acuerdo Repsol/YPF
  • 2. CIADI
  • 3. Acuerdo con el Club de París
  • 4. Cierre definitivo con el default del 2001

Este sendero de reconciliación con la comunidad internacional no nos será gratis, pero los ahorros que una convergencia de rendimiento de bonos serán muy superiores a los costos directos de estos acuerdos.

Bien por Argentina, bien por el acuerdo, a cruzar los dedos y que el patético y vergonzoso default de 2001 quede finalmente sepultado, aprendiendo de una vez a manejar el endeudamiento externo en forma responsable y eficiente. Salir del 2001 tan sólo ha llevado 13 años.

fondos@eleconomista.com.mx

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