Buenas y malas

Desafortunadamente, a lo largo de los últimos días ha continuado la incertidumbre asociada con los problemas fiscales en Europa y la volatilidad en los mercados financieros se ha exacerbado ante la posibilidad de que Grecia se declare en default y origine un colapso sistémico entre los tenedores de su deuda soberana, principalmente, la banca europea.

El gobierno de Grecia dio a conocer nuevas proyecciones económicas que dibujan un panorama sombrío, por decir lo menos, para ese país y para toda Europa al menos durante el 2012. De acuerdo con las últimas estimaciones, el PIB de Grecia se contraerá 5.5% en el 2001 y 2.5% en el 2012, lo que implica una caída para ambos años más profunda de lo esperado inicialmente. Así, la recesión de Grecia se suma al combo de problemas en Europa:

sobreendeudamiento, desequilibrios fiscales, escaso crecimiento económico y altas tasas de desempleo, escenario que ha puesto en tela de juicio la viabilidad de la zona euro.

No parece que las cosas mejorarán hacia el 2012, antes de hacerlo, se podrían poner peor.

El Ministro de Finanzas de Grecia estimó que la deuda pública como proporción del PIB se ubicará en 173% al cierre del 2012, es decir, 381,000 millones de euros. Ante la fuerte caída de la actividad productiva en Grecia, se estima una profunda contracción en la generación de empleos. En el 2011 la tasa de desempleo se ubicará en 15.3% y en el 2012 subirá a 16.5%, mientras que el déficit fiscal ascenderá a 8.5% del PIB al cierre del presente año y a 6.8% en el 2012, por encima de los niveles establecidos en el programa de rescate.

Lo que resulta verdaderamente inquietante es que el marco económico de Grecia no muestre ninguna mejoría a pesar de que ese país ya ha recibido 65,000 millones de euros del primer rescate por 110,000 millones concedidos al país en mayo del 2010,

La perspectiva de que Grecia se ha convertido en un barril sin fondos ha opacado las buenas noticias que se dieron a conocer en la última semana. Una de las más importantes está relacionada con la evolución del índice de actividad manufacturera en Estados Unidos durante septiembre, que se ubicó en 51.6 puntos.

Asociado con un repunte en el mercado laboral hispano en Estados Unidos y a la depreciación del peso en agosto, las remesas familiares registraron un crecimiento de 9.2%, lo que representó el mayor incremento desde agosto del 2010 cuando la expansión de este concepto fue de 9.4 por ciento.

En el mismo sentido, en China la actividad manufacturera subió en septiembre por segundo mes consecutivo al ubicarse en 51.2 puntos en comparación con 50.9 registrados en agosto y en línea con el consenso del mercado. De esta manera, las cifras de producción industrial en las dos mayores economías del mundo destacan cierta fortaleza ante la turbulencia económica internacional. Adicionalmente, en el ámbito local se dio a conocer que en septiembre se crearon 111,000 empleos formales, con lo que la cifra acumulada de nuevas plazas en los primeros nueve meses del año asciende a 600,000.

Sin ser una cifra espectacular, sí es importante reconocer que ésta se alcanza en un entorno de bajo crecimiento mundial, lo que habla sin lugar a dudas de un blindaje sólido de la economía nacional.

Así las cosas: aunque se han presentado buenas noticias en el terreno económico, son las malas noticias provenientes de Europa las que han prevalecido en el ánimo de los inversionistas.

En este sentido, es importante que los encargados de la política económica en los países avanzados manden una señal clara de que se afrontarán los problemas fiscales de manera contundente, solo así las buenas noticias ocuparán un primer plano.

Manuel Guzmán M. es director ejecutivo de Administración de Portafolios y Análisis y Estrategia Económica de Grupo Financiero Ve Por Más. mguzman@vepormas.com.mx