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Claves de la crisis de Grecia y de la zona euro
Las negociaciones se han dilatado tanto, que el rescate está por vencer. Los intereses políticos de ambas partes (UE, BCE y FMI por un lado, Grecia por el otro) les han llevado a tensar la cuerda en las negociaciones; el sábado pasado, se rompieron.
Un recuento: tras cinco años de ajustes, Grecia, una economía algo menor que la Comunidad de Madrid, sigue en la cuerda floja. Su deuda exterior asciende a 342,200 millones de euros: 141,100 millones al Fondo Europeo de Rescate, 27,000 millones al Banco Central Europeo (BCE), 25,000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI). También hay créditos bilaterales (52,800 millones), bonos (67,500 millones), letras del tesoro (15,000 millones) y otras vías de financiación (13,000 millones).
Esta situación insostenible ha provocado que cayese el anterior Gobierno a finales de 2014 y que el nuevo, liderado por Alexis Tsipras, haya tenido que negociar la prórroga del rescate actual, pactado en 2014.
¿Cuál es el plazo máximo?
Las negociaciones se han dilatado tanto, que el rescate vence mañana. Los intereses políticos de ambas partes (UE, BCE y FMI por un lado, Grecia por el otro) les han llevado a tensar la cuerda en las negociaciones de tal forma que, el sábado, a 72 horas del fin del rescate, se rompieron. Las condiciones que imponía el Eurogrupo eran inasumibles, y, por ello, Atenas convocó un referéndum el 5 de julio y la extensión del rescate hasta entonces. A Bruselas no le ha gustado la convocatoria del referéndum y ha dicho no a esta extensión automática.
Grecia está en bancarrota (la mayor parte del dinero de los dos rescate se la han quedado los acreedores), y si sigue funcionando solo es por la asistencia de emergencia del BCE, que sigue proveyendo de liquidez. El domingo, el organismo que preside Mario Draghi anunció que mantienen la liquidez. Esta no era suficiente para garantizar el funcionamiento de los bancos. ¿La consecuencia? Corralito a partir de hoy. Los cajeros funcionarán un máximo de 12 horas. Se podrán realizar pagos con tarjeta en el interior del país así como transacciones internas a través de los servicios bancarios de las páginas web. Los desembolsos a través de tarjetas de prepago se podrán efectuar con el límite que tenían antes de la puesta en marcha de estas restricciones.
¿Habrá default de Grecia? Y si lo hay, ¿qué puede pasar?
Grecia ha de pagar 1,600 millones al FMI. Es seguro que no lo hará. Este hecho no constituye un default formal, pero cierra toda posibilidad de financiación más allá del BCE. Mañana también expirará toda la financiación relacionada con el actual rescate, incluida la transferencia de los beneficios obtenidos por el BCE de la compra de bonos griegos y de los de los bancos centrales nacionales de los países de la eurozona.
Tanto el ministro español de Economía como el francés o incluso ultraortodoxos como el gobernador del Banco de Austria, Ewald Nowotny, aseguran que la situación es dramática , pero que aún queda tiempo para negociar y que, en todo caso, la expiración del plazo no tiene por qué significar un default automático mañana dado que existen procedimientos legales que dilatan el proceso.
¿Qué riesgos hay de una salida de Grecia del euro, es decir, un Grexit?
No existen procedimiento formal que regule la salida de un Estado del euro, un club que se suponía carecía de salida. Pero es cierto que las reglas de la UE exige que los estados paguen sus deudas y que el que no lo hace, se autoexcluye. Nadie que mande algo en la UE admite la posibilidad de que Grecia salga de la zona euro.
¿Qué importancia tiene el referéndum?
Mucha. Si se llega a celebrar puede marcar el devenir de la zona euro. El gobierno griego ha pedido a los votantes que rechacen las condiciones y al mismo tiempo solicitó la extensión del actual rescate hasta la votación, solicitud que fue rechazada por el Eurogrupo. Técnicamente, como recordó la presidenta del FMI durante el fin de semana, el referéndum se va a hacer sobre propuestas que ya no son válidas .
Según Atl Capital se abren estos escenarios.
Si gana el sí.
- a) Tsipras dimite como primer ministro y se forma un gobierno de unidad nacional que alcance un acuerdo con los acreedores. Sería la mejor de las opciones para los mercados financieros ya que permitiría el funcionamiento del sector bancario.
- b) Tsipras convoca nuevas elecciones a la luz de los resultados con un claro mandato de negociación con el eurogrupo. El principal problema de esta opción es que podría volver a ganar Syriza, con lo que volveríamos a la casilla de salida.
Si gana el no.
En teoría respaldaría las propuestas de Syriza en la negociación con los acreedores. En la práctica implicaría que no hay nada que negociar ya que el Eurogrupo tiene que tomar decisiones por unanimidad. Sería difícil justificar la renovación de las líneas de liquidez en este escenario y la salida de Grecia del euro estaría más cerca.
fondos@eleconomista.com.mx