Cuándo utilizar stop loss para invertir en el mercado

Los stop loss son órdenes de compra o de venta que se disparan cuando el precio de un activo cruza por debajo o encima de un determinado nivel. Hoy en día, las plataformas online de trading permiten establecerlos y mantenerlos vigentes sin necesidad de estar monitoreando personalmente los niveles, una ventaja importante para los operadores.

Si bien pueden utilizarse para todo tipo de transacciones, alcistas o bajistas, y también para entrar o salir de una negociación, su uso más común es para limitar las posibles pérdidas en caso de que la cotización se mueva en contra de lo pensado.

Por ejemplo, se puede comprar un activo a 100 dólares y fijar un de stop loss en 95, para que la máxima pérdida posible sea de cinco. También se pueden asegurar ganancias como en el caso de colocarla en 105, por lo que si alcanza ese valor se reciben cinco en la cuenta.

Incluso estas órdenes pueden configurarse de forma automática para que se muevan al alza al mismo tiempo que el título en cuestión. Mientras mayor sea la subida de precios, su nivel acompañará esta tendencia con lo que los beneficios serán cada vez mayores.

En operaciones de corto y mediano plazo y, especialmente, cuando se trabaja con apalancamiento, el stop loss es necesario, ya sea para proteger las ganancias o para limitar las pérdidas. Entrar a una posición de riesgo sin un plan de salida es uno de los errores más comunes y costosos de los operadores principiantes.

En los mercados, hay que prepararse para lo inesperado. Si se negocia con un apalancamiento alto en una posición de divisas o futuros, por ejemplo, un aumento repentino de la volatilidad podría generar daños en el patrimonio si no se toman los recaudos necesarios.

Eventos climáticos y geológicos, temas relacionados a la política internacional, declaraciones públicas de altos funcionarios o anuncios económicos, pueden afectar las cotizaciones en algunos activos en contextos de alto riesgo.

El stop loss puede entenderse como una especie de seguro que limita las pérdidas en casos de imponderables, o cuando uno no puede monitorear la evolución de precios activamente.

El primer criterio fundamental para úsalos es que la máxima pérdida posible no exceda determinado porcentaje del portafolio. En general, un nivel del 1.0% se considera una zona conservadora, mientras que no es recomendable pasar del 3.0% para quienes estén dando sus primeros pasos.

Algunos profesionales los utilizan con márgenes más altos, pero para eso es recomendable ser un experto en la estrategia que se está utilizando y su rango de retornos posibles.

Una de las principales desventajas de este tipo de órdenes es que suele suceder que se cierre la posición prematuramente y que, luego, el precio rebote y vuelva subir. Para ese entonces, ya habrá quedado afuera de la negociación, lo que puede provocarle una frustración.

Para tratar de minimizar las probabilidades de que esto ocurra, conviene prestar atención a los niveles de soporte de precios. En general, es recomendable colocarlo debajo de las zonas en las que se cree que podría rebotar al alza en base a la demanda observada.

Para esto se pueden tomar como guías los soportes claves observados en los gráficos o los niveles de importancia como medias móviles y otros indicadores matemáticos.

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