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Decisiones racionales

Las tasas de interés de corto plazo (libres de riesgo) en todo el mundo se ubican en niveles sumamente bajos. La semana pasada, el BCE las redujo a su expresión mínima. Banxico hizo lo suyo en México. En casi todo el mundo desarrollado, esta condición influye en las decisiones de los inversionistas.

Las tasas de interés de corto plazo (libres de riesgo) en todo el mundo se ubican en niveles sumamente bajos. La semana pasada, el Banco Central Europeo las redujo a su expresión mínima. Banxico hizo lo suyo en México. En casi todo el mundo desarrollado, esta condición influye en las decisiones de los inversionistas.

Las circunstancias determinan la racionalidad de las decisiones. No es irracional para un director de Finanzas buscar capitalizar el bajísimo costo financiero para su empresa.

No suena irracional que los directivos de una firma busquen aprovechar la facilidad y el reducido costo financiero para adquirir a su competidor o realizar fusiones en donde puedan reducir costos de operación y acrecentar el valor de sus accionistas, en un entorno en donde no hay manera de hacerlo vía el crecimiento de la demanda.

Tampoco es irracional recaudar dinero a costos de financiamiento bajos y regresarlo a los accionistas a través del pago de dividendos o la recompra de acciones. La inversión de capital tiene poco sentido, pero el uso de los recursos para aumentar el valor de las empresas cuenta con muchos vehículos importantes.

No es irracional la decisión de colocar capital en los mercados, si las valuaciones de los negocios son muy elevadas y no responden a las condiciones netamente fundamentales, sino a la percepción (o distorsión) generada por un costo de financiamiento bajo.

Decidir comprar acciones para un inversionista común y corriente, bajo el único argumento de que el costo de oportunidad es nulo, parece racional también si volteamos a ver la presencia de todos los factores mencionados en los párrafos anteriores. Sin embargo, la vulnerabilidad es mayor para éste último actor.

Mientras las tasas sean tan bajas, el frenesí de valuaciones elevadas puede sostenerse y con ello se podrían encontrar mejores rendimientos en Bolsa que en los intereses de la deuda; no obstante, la posibilidad de un cambio de percepción con respecto a la dirección de las tasas no es tan lejana, basta con que el crecimiento muestre una mejor cara. Aunque los bancos centrales no hagan nada, los agentes en el mercado pueden revertir rápido su pensar. Recuerde que se pensaba en diciembre y en el verano pasado.

SOBRE LOS MOTIVOS DE BANXICO

En efecto, la situación de crecimiento es preocupante. La corrección al estimado de crecimiento a raíz de lo acontecido, sobre todo en el primer trimestre, es drástica. No obstante, tanto la Junta de Gobierno de Banxico como el mismo gobierno siguen anticipando una mejora con relación al mismo para el segundo semestre.

Esto en parte explica la sorpresa de la decisión del pasado viernes. ¿Realmente se ven las cosas tan mal hacia adelante? ¿Bajo qué argumento? Sin duda uno que no parece reflejarse en los datos de mayo, que en general han sido favorables.

¿Qué tal que la Junta de Gobierno pensó de otra manera? Es posible que los miembros hayan coincidido en su reacción ante el cúmulo de medidas de relajación y la contundencia de las decisiones del BCE. En el entorno que actualmente rige a los mercados, bajo las decisiones racionales expuestas en el inicio de esta columna y lo acontecido en las semanas previas, la Junta podría haber advertido una entrada más veloz de capitales financieros al país.

Si ello fuera el factor, suena lógico la reacción. Banxico no desea que el arbitraje sobre las tasas de interés en pesos no tenga un costo. Tampoco desea una revaluación excesiva del tipo de cambio que merme la recuperación de la industria exportadora, ni una curva de tasas sumamente aplanada que no corresponda a las condiciones de inflación de mediano plazo.

Un tipo de cambio y unas tasas de interés de largo plazo muy bajos aumentan el riesgo de volatilidad cuando, en algún momento, la actual percepción se revierta y haya una expectativa de alza de tasas. A final de cuentas, la mejor manera de contribuir a la estabilidad de mediano plazo de la inflación es restando volatilidad a dichas variables. El año pasado Banxico no actuó con tal contundencia y tuvimos un verano desastroso, tal vez ahora el criterio fue distinto. Ya lo sabremos en las minutas que se publican el día 20.

Rodolfo Campuzano Meza es Director de Estrategia y Gestión de Portafolios de INVEX. Cualquier pregunta o comentario puede ser enviado al correo:

perspectivas@invex.com.

Twitter: @invexbanco

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