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El balance del 2010
Quizá lo más importante que se debe destacar del 2010 es que se consolidó el proceso de recuperación económica, aunque a partir del tercer trimestre se pudieron observar signos de un menor dinamismo con respecto al ritmo de la expansión de los meses previos.
Quizá lo más importante que se debe destacar del 2010 es que se consolidó el proceso de recuperación económica, aunque a partir del tercer trimestre se pudieron observar signos de un menor dinamismo con respecto al ritmo de la expansión de los meses previos.
A esta menor actividad contribuyeron las economías avanzadas, cuyo crecimiento fue más modesto como resultado de la persistencia de altos niveles de desempleo, una confianza del consumidor que no ha podido repuntar y una demanda interna contenida por los altos niveles de endeudamiento de los hogares.
Otro elemento fundamental que ocasionó incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros internacionales fue la débil situación fiscal de los países que conforman la zona euro.
En marzo se exacerbó la aversión al riesgo como resultado de los problemas de endeudamiento en Grecia; más adelante estalló el mismo problema en Hungría y en noviembre Irlanda.
En todos estos casos, la aprobación de los respectivos paquetes de ayuda estuvo supeditada a la implantación de severos planes de ajuste fiscal que incluyeron incrementos en impuestos y recortes al gasto.
Estas condiciones desfavorables se han reflejado en un menor crecimiento económico y en el recorte de las calificaciones de la deuda soberana de varios países europeos.
El comportamiento de las economías emergentes ha sido el contrario, de hecho, el avance que el mundo habrá registrado en el 2010 deriva precisamente de la fuerte expansión de los países emergentes que vieron una mayor actividad productiva gracias a un robusto desempeño de la demanda interna y un crecimiento extraordinario de sus exportaciones.
Destaca, por supuesto, la expansión de las economías de Asia, principalmente China e India, aunque algunos países latinoamericanos también registraron un crecimiento económico importante como Brasil y Perú, este último se unió en el segundo trimestre del 2010 al selecto grupo de países que crece a tasas de dos dígitos al expandirse 14% en dicho lapso.
La dinámica de crecimiento mundial en el 2010 generó dos fenómenos concatenados. El primero tuvo que ver con el hecho de que la mayor parte de los países desarrollados mantuvieron una política monetaria extremadamente laxa, caracterizada por tasas de interés muy bajas o cercanas a cero por ciento.
Otros países profundizaron aún más sus medidas de apoyo a la economía, siendo el caso más representativo el de EU, en donde la Fed decidió inyectar una gran cantidad de liquidez a la economía a través de una política de recompra de bonos.
Adicionalmente, el Senado de EU aprobó una propuesta del presidente Obama que incluyó mantener el recorte de impuestos tanto para personas físicas como para empresas en los próximos dos años, así como la extensión de la ayuda gubernamental por desempleo.
Contrariamente, los países emergentes que han registrado presiones inflacionarias optaron por emprender el retiro paulatino de estímulos monetarios, de manera tal que en casos como Brasil, Chile, India, Tailandia, entre otros, los bancos centrales han optado por aumentar la tasa de interés.
Así, el exceso de liquidez y la mayor rentabilidad de los instrumentos del mercado de deuda en los países emergentes se han reflejado en un importante flujo de capitales a las economías emergentes y en la apreciación de sus monedas.
En la medida en que esto afecta las exportaciones de las economías emergentes, varios de estos países establecieron mecanismos de intervención con el fin de evitar el fortalecimiento excesivo de sus monedas, originando el fenómeno conocido como guerra de divisas.
La crisis ha dejado un balance de países ganadores y perdedores. El gran ganador fue China y el perdedor Estados Unidos.
De hecho, de acuerdo con el Banco Mundial en el 2019, China será la economía más grande del mundo y la de Estados Unidos la segunda