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El tiempo definirá el legado de Bernanke en la Fed

Ha defendido las medidas agresivas que ha tomado la Fed desde el 2008, pero él ha sido uno de sus mayores críticos por no haber visto la crisis en el mercado hipotecario y por el excesivo endeudamiento de los bancos de Wall Street.

Ben Bernanke no vaciló cuando se le preguntó si tenía confianza en que funcionaría su respuesta a la Gran Recesión.

Bien, el problema con el alivio cuantitativo es que funciona en la práctica pero no funciona en la teoría", dijo el jefe del banco central estadounidense a principios de este mes durante su última aparición pública.

Bernanke se refería a su decisión durante los días más oscuros de la crisis financiera de lanzar un programa sin precedente de compras masivas de bonos, una política conocida como alivio cuantitativo o "QE".

El objetivo era presionar a la baja las tasas de interés de largo plazo dado que las tasas diarias, la principal palanca económica de la Fed, ya estaban cercanas a cero.

Las compras que lanzó Bernanke a fines del 2008 han continuado hasta hoy. Esa decisión ha llevado a cuadruplicar la hoja de balance de la Fed a 4 billones de dólares.

El miércoles, Bernanke, de 60 años, puso fin a su último encuentro de política monetaria tras unos inusuales tumultuosos ocho años al frente del más influyente banco central del mundo.

Cuando se retire de la institución este viernes, la abultada hoja de balance de la Fed colgará sobre su legado. Los críticos han advertido que ese balance contiene semillas que podrían llevar a la inflación o a burbujas en los precios de los activos.

Evaluaciones previas han sido mayormente positivas. El ex profesor de la Universidad de Princeton ha sido elogiado como la mano firme que ayudó a Estados Unidos y a las economías del mundo a alejarse de una recesión mucho más dolorosa.

Bernanke inundó a los mercados financieros con liquidez con una serie de programas, imprimió billones de dólares mediante tres rondas de QE e hizo promesas audaces de mantener el estímulo vigente en años por venir, condicionando las bajas tasas de interés a resultados económicos particulares, en una iniciativa imitada por otros bancos centrales.

Como un estudioso académico de la Gran Depresión, Bernanke tenía un profundo conocimiento teórico de lo que debía hacerse frente a un pánico bancario de rápido movimiento. Ese conocimiento lo puso en práctica cuando la crisis impactó.

Bernanke estuvo dispuesto a hacer cosas creativas y agresivas", dijo Laurence Meyer, un ex gobernador de la Fed cofundador de la empresa de pronósticos Macroeconomic Advisers. "Puso en el aire muchos globos y probablemente pensó que no todos funcionarían pero que algunos sí lo harían. Esa es la clase de espíritu, liderazgo y voluntad de tomar riesgos".

Pero como su predecesor Alan Greenspan -que fue centro de elogios cuando se retiró en el 2006 sólo para ser posteriormente señalado como el principal arquitecto de las crisis subsecuentes-, el legado de Bernanke sólo se aclarará con el transcurso del tiempo.

4 BILLONES DE DOLARES Y SIGAN SUMANDO

Buena parte de ese legado será escrito por la vicepresidenta de la Fed Janet Yellen, quien el sábado toma las riendas del banco central.

Yellen hereda el trabajo de desactivar las compras de bonos para luego decidir cuándo subir las tasas de interés.

Ella también necesitará definir cómo reducir gradualmente la hoja de balance de la Fed hasta un tamaño más cómodo de cerca de un billón de dólares sin descarrilar a la economía.

Para Allan Meltzer, un importante historiador, ningún resultado luce bueno para Bernanke. "Si lo hacen demasiado rápido, vamos a tener una recesión. Si lo hacen muy lentamente, vamos a ver una grave inflación. Si no hacen nada, podríamos tener las dos situaciones", dijo.

La primera ronda de alivio cuantitativo en el 2008 y 2009 fue heroica, dijo Meltzer. Pero la segunda y la tercera fueron "sencillamente un error, un grave error que tendrá problemas".

La historia juzgará muy bien su respuesta a la crisis del 2009", dijo sobre Bernanke. "Juzgarán como muy fuertes e innecesarias las consecuencias".

"HACER LO QUE HAGA FALTA"

Si bien Bernanke ha defendido las medidas agresivas que ha tomado la Fed desde el 2008, él ha sido uno de sus mayores críticos por no haber visto las señales de que se cocinaba una crisis en el mercado hipotecario y por el excesivo endeudamiento de los bancos de Wall Street.

Pero lejos de castigar a Bernanke, que previamente cumplió un periodo en el directorio de la Fed entre el 2002 y el 2005, por tomarse demasiado tiempo en reconocer las grietas del sistema financiero, el intento de legisladores por reformar a Wall Street amplió la capacidad de supervisión de la Fed.

Para el momento en que el ex presidente George W. Bush designó a Bernanke como jefe de la Fed en el 2006, la burbuja de créditos hipotecarios, conocida como "subprime", ya era masiva.

Cuando explotó en el 2007, el jefe de la Fed fue muy lento en darse cuenta de cómo esos problemas tendrían un efecto alud en todo el mundo, infectando a bancos que no eran bien regulados y diseminando pánico entre los inversores.

Sólo dos de cinco bancos de inversión de Estados Unidos, Goldman Sachs Group Inc y Morgan Stanley, sobrevivieron a la crisis financiera del 2008, pero sólo debido a un impopular rescate del Gobierno con fondos de los contribuyentes.

A medida que avanzaba la peor recesión en décadas, el Producto Interno Bruto de Estados Unidos se contrajo un 8 por ciento a fines del 2008 y la tasa de desempleo trepó hasta el 10 por ciento al año siguiente.

Si bien el crecimiento ha sido errático desde entonces, el ritmo se acercó al 4 por ciento en el segundo semestre del 2013 y la tasa de desempleo ha bajado al 6,7 por ciento.

Mientras se prepara para dirigirse a la puerta de salida, la aprobación pública de Bernanke se sitúa en poco más del 40 por ciento, según un sondeo de Gallup publicado esta semana. En contraste, la aprobación de Greenspan cuando salió de la Fed era del 65 por ciento.

La economía era extremadamente frágil en el 2008. Podríamos haber tenido un resultado mucho peor y él básicamente decidió que haría lo que fuese necesario para asegurarse de que no se repetiría la Gran Depresión", dijo el presidente del banco de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren, en una entrevista este mes.

"Creo que el legado de Bernanke será uno muy positivo", agregó. "Será conocido por haber hecho todo lo que hiciera falta para sacarnos de la crisis financiera".

fondos@eleconomista.com.mx

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