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Incertidumbre

Los mercados financieros nuevamente se ven impactados de manera severa por una serie de factores que han creado un halo de incertidumbre alrededor del mundo entero.

Los mercados financieros nuevamente se ven impactados de manera severa por una serie de factores que han creado un halo de incertidumbre alrededor del mundo entero. La devaluación del yuan el 11 de agosto, la expectativa de que la economía de China se está desacelerando más de lo esperado y el cada vez más cercano inicio del ciclo de alza en las tasas de interés en Estados Unidos son algunos de los elementos más relevantes para entender lo que estamos viendo en los mercados accionarios y cambiarios.

En el ánimo de los inversionistas ira pesando más y más el tema de la normalización de la política monetaria por parte de la Fed por una sencilla razón: estamos frente un evento totalmente desconocido para el mundo de las finanzas; es decir, el momento en el que se pasa de una tasa de interés prácticamente de cero por ciento a un nivel positivo y con tendencia de alza.

En qué momento dará inicio la Fed a la instrumentación de una política monetaria más restrictiva me parece irrelevante. Las tasas aumentarán más temprano que tarde y la Fed se ha encargado de hacérselo saber a los mercados, la pregunta es cómo lo hará, en cuanto tiempo llevará la tasa de interés a su nivel de equilibrio y, lo más importante, qué impacto tendrá esta medida sobre la dirección de los flujos internacionales de capital.

El tema del redireccionamiento global de recursos no es trivial ya que tendrá, de hecho ya está teniendo, un efecto importante sobre las monedas de aquellos países que en su momento se vieron beneficiados con un fuerte flujo de capital ante los bajos rendimiento de los países desarrollados.

No es la primera vez que la Reserva Federal de Estados Unidos inicia un ciclo de alza de tasas de interés desde niveles muy bajos, pero sí desde 0% y después de haber mantenido dicho nivel durante muchos años.

Quizá el antecedente más cercano lo podemos encontrar en 1994, año en el que México atravesó por una situación económica y política altamente complicada. En este año, los flujos de capital se vieron influidos por la situación económica en Estados Unidos y que derivó en un incremento sustancial de la tasa de interés de referencia a partir de febrero de 1994, lo que restó atractivo al mercado de deuda local.

Habrá que recordar que en 1994 se fortaleció la actividad económica de los países desarrollados, finalizando la prolongada etapa de desaceleración del crecimiento que afectó prácticamente a todos los países del mundo, de manera tal que hacia mediados de la década de los 90, Japón, Inglaterra, Europa en su conjunto y particularmente Estados Unidos registraron crecimientos importantes.

En 1994, los países desarrollados registraron un crecimiento económico de 3.1%, mientras que en 1993 la actividad productiva se incrementó tan sólo 1.2 por ciento. En el caso particular de Estados Unidos, el PIB había venido aumentando desde 1992, cuando creció 2.3%, para 1993 la economía estadounidense se aceleró a 3.1% y en 1994 se registró una expansión de 4.0 por ciento.Si bien en 1994 la inflación anual en Estados Unidos se mantuvo en un nivel relativamente bajo, 2.3 versus 3.0% en 1993, la fuerte expansión de la demanda agregada a lo largo de todo el año obligó a la Reserva Federal a restringir la política monetaria desde principios del año con el propósito de prevenir un repunte indeseable de los precios.

De hecho, en la reunión celebrada el 3 y 4 de febrero, la Reserva Federal destacó la posibilidad de que se presentaran presiones inflacionarias derivadas precisamente de la fuerte expansión de la economía, lo que obligaba a la autoridad monetaria a tomar medidas preventivas.

Así, la Fed decretó en dicha reunión un incremento de 25 puntos base en la tasa de interés de referencia para ubicarla en 3.25%, dando inicio a una etapa de incrementos sucesivos a lo largo de todo el año. De esta forma, las tasas de interés se duplicaron en el plazo de un año, al pasar de 3% al cierre de 1993 a 6.25% en febrero de 1995, en un proceso continuo a lo largo de todas las reuniones de la Reserva Federal en este periodo.

La tendencia de las tasas de interés en Estados Unidos aumentó el atractivo para invertir en ese país, sobre todo a la luz del robustecimiento de la actividad productiva, lo que contribuyó a un redireccionamiento de los flujos de capital de México hacia nuestro principal socio comercial.

De acuerdo con el FMI, entre 1990 y 1993, los flujos netos de capital al conjunto de países emergentes pasaron de 39,000 millones de dólares a 154,000 millones de dólares. Sin embargo, al cierre de 1994 y como resultado de la astringencia de la política monetaria por parte de la Fed, este monto se redujo en 30,000 millones de dólares. Los flujos hacia América Latina sufrieron una contracción importante al pasar de 62,000 millones de dólares en 1993 a 38,000 millones de dólares en 1994, lo que refleja claramente el impacto que tienen las decisiones de la Reserva Federal sobre los movimientos internacionales de capital.

El contexto económico actual de México es diferente por dos razones: a) porque a lo largo de los últimos 20 años se ha consolidado la estabilidad macroeconómica y, b) porque los recientes cambios estructurales le brindan al país un mayor potencial de crecimiento económico.

Estas cualidades hacen que nuestro país se presente al mundo como una economía mucho más sólida y con mayores oportunidades de inversión que otras dentro del mismo bloque de países emergentes, lo que permitirá matizar la salida de capitales. Sin embargo, la incertidumbre alrededor de las acciones que emprenderá la Fed seguirá siendo fuente de volatilidad en los mercados financieros.

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